19/04/2024

Opinión

El rol del estado en epocas de pandemia

23/04/2020 |



*Por Lic. Paula Cocco
@paucocco

Lejos de tocar un tema original, a medida que se acumulan los días de aislamiento y las medidas del gobierno, volvemos a discutir el rol del estado en épocas de crisis.

Sobre todo porque abundan los análisis que comparan estados, gobiernos y políticas públicas de diversas latitudes y marcos teóricos.

En Argentina el gobierno sopesó su realidad, miró sus finanzas, puso en la balanza las consecuencias de intervenir o no que mostraban los ejemplos del camino seguido por aquellos a quienes la crisis les estalló con apuro y de improvisto.

No improvisaron, actuaron rápido con la primera resolución que suspendió las clases y siguieron avanzando a través de los sucesivos decretos que por fin fueron de necesidad y urgencia.

Se decretó el aislamiento social, preventivo y obligatorio, nos encerraron a todos en nuestras casas y el gobierno asumió en la figura del presidente el papel del padre bondadoso que es severo en sus límites pero que se fundamenta en la necesidad de cuidarnos a todos.

Y asomó el Estado, así con mayúsculas, se desplegó a través de toda su burocracia, técnica y organizada para funcionar a pleno, gobernó, tomó medidas de transferencias directas para sostener a aquellos para los cuales el encierro es más difícil, creó el Ingreso Familiar de Emergencia, avanzó y retrocedió sobre las instituciones de medicina privada, diseñó soluciones a medida de las Pymes a través el decreto que creó el programa de asistencia de emergencia al trabajo y la producción al que terminó por ampliar los beneficios esta semana para incluir a monotributistas y autónomos.

Para los jubilados también pensó en una transferencia monetaria directa y en la vorágine metió la pata el viernes que los bancos volvieron a abrir sus puertas.

Y lo que empezó siendo una cuarentena de 15 días llega finalmente a los 40 y nos parece una eternidad.

Para ese primer momento, en donde la prioridad sanitaria y social era aplanar la curva de contagios y muertes fuimos ejemplo por ejecutar decisiones de forma rápida, ágil y responsable.

En las intervenciones en las redes sociales vimos como en los 180 caracteres del espacio de microblogging más conocido algunos celebraron el retorno del estado centralizado ejecutando a través de su burocracia la implementación de las políticas públicas definidas en instancia gubernamental, como si estuviera en discusión el rol del estado en la era de la globalización.

Sin embargo, en el precedente de la crisis económico-financiera más reciente desatada en el año 2008, se pudo ver la misma lógica de estímulo a la demanda, transferencias monetarias, sostenimiento económico a las empresas pequeñas y medianas utilizando en dicho sentido las mismas herramientas que observamos ahora.

Se reveló entonces, como lo hace ahora, que los estados siguen ocupando una posición indisputada en la coordinación y regulación de las sociedades y de la actividad económica, aún entre las novedades que plantea la pandemia.

En Argentina la recuperación del rol del estado post crisis política, económica y social 2001-2002 se observó acompañado de un contexto internacional que a partir de la crisis de 2008 y del estrepitoso fracaso de las políticas orientadas al mercado comienza a reivindicar el rol del estado y a promover su intervención en la economía.

El estado mínimo del neoliberalismo de los años 90 le cede el paso a un estado más presente en la regulación de los mercados y en la conducción de las políticas de transferencias entre sectores.

Esto pone de manifiesto otras discusiones que debemos dar de cara a los desafíos que se plantean, no ya discutir el rol del estado que en el entendimiento común es la institución que nos permite sostener una comunidad organizada, si no, pensar y discutir la necesidad de dejar atrás las extravagancias de un capitalismo más exacerbado que ha avanzado sobre los sistemas de salud públicos, que recorta presupuestos de salud porque los piensa en la lógica de los gastos.

Recuperación del estado en aquellas funciones básicas en las cuales había sido desfinanciado.

Planificación para hacer frente a las movidas antipolítica que intentan deslegitimar lo que se construye desde el poder político constituido por todos nosotros a través del sistema democrático en el ejercicio soberano de la ciudadanía.

Oposición y gobierno trabajando para ampliar esa base de sustentación política que presenta desafíos cuando la emergencia se extiende y empiezan a aparecer las necesidades de pensar las alternativas al decisionismo central del gobierno con dos poderes que han desaparecido en esta primera fase de cuarentena.

Tenemos que avanzar hacia ello, hacía la restitución del normal funcionamiento de los poderes del estado, que en una república democrática significan la administración de la justicia, la sanción de leyes y el control.

Para que aún con los recaudos sanitarios pertinentes, podamos avanzar hacia alguna forma improvisada que permita conciliar la realidad del aislamiento con el funcionamiento de las cámaras del poder legislativo sesionando y los juzgados administrando la justicia, pilar fundamental del ejercicio de los derechos para la ciudadanía, sin desatender a las realidades de hacinamiento que padecen muchos empleados en distintos fueros.

El desafío que nos queda es instrumentar una salida ordenada con el estado a la palestra ejecutando y tomando decisiones políticas en convivencia con los tres poderes antes que la economía colapse definitivamente y el daño social se vuelva irreparable.

*Politóloga, profesora de Ciencia Política, asesora parlamentaria.