18/04/2024

Política

Del ridículo no se vuelve: La ex concejal que quería cobrar por correr ahora en contra por estacionar

24/09/2022 |



María Eugenia Vallota vuelve a la carga contra el Ejecutivo buscando algún resquicio por el que asomar la cabeza de cara al 2023. Sin observarlo nunca antes en su rol de edil, esta vez criticó al SEM, asegurando que el Estado local mantiene contribuciones que no debería, cuando hace algunos años quiso cobrar a los runnners por correr en el Jardín Francés.

Comienza la recta electoral, un tramo donde todo se tiñe de política y donde aparecen dos especímenes particulares, pero muy identificables: aquellos que se quedaron sin un espacio determinado de influencia y quieren recuperarlo para volver a vivir del Estado, como fueron acostumbrados, y los que se enamoraron del poder y quieren volver a sentir la sensación de que alguien los escuche.

Ambos perfiles aprovechan esta época previa al armado de las listas, que suele traducirse en momentos de vacilación y zozobra, sobre todo en las veredas de las fuerzas de oposición, para intentar colarse o posicionarse. Más allá de que propios y ajenos ya les hayan advertido sobre su disconformidad, insisten con buscar postulaciones a costa de cualquier precio.

Dando manotazos para salir a flote, suelen no presentarse con ninguna propuesta, solo intentan visibilizar a lo lejos a alguien que les sirva como enemigo -alguien generalmente más poderoso- y le apuntan al pecho para salir de las sombras en las que ellos mismos se escondieron luego del fracaso.

Hace pocos días, una publicación de la ex concejal por el PRO, María Eugenia Vallota, hizo algo de ruido entre el escaso grupo de ‘me gustadores’ que la siguen en redes sociales. Graficada con un panfleto cuasi intendencial, la abogada intentó esgrimir una crítica al Gobierno municipal para recuperar esa notoriedad ya perdida hace tiempo.

Escasa de reglas ortográficas -suponemos que por el manejo equivocado de su CM-, la novel pupila de Cristian Ritondo publicó: “El Estado municipal actual mantiene contribuciones como el caso del Estacionamiento Medido para sostener la ampliación constante de su estructura, mientras otras ciudades pujantes de la Costa Atlántica, por ejemplo Mar del Plata y su principal centro comercial Güemes, no cobran este tributo colaborando con el desarrollo normal de sus actividades”.

Primero, para informar a algún desprevenido, vale la pena aclarar que el sistema de Estacionamiento Medido en General Pueyrredón está trazado con el objetivo de ordenar el tránsito en las zonas más conflictivas de Mar del Plata y delimitado por las calles Buenos Aires, España, 25 de Mayo y Avenida Colón, inclusive. Nada tiene que ver la calle Martín Miguel de Güemes con este diseño, es como si en Necochea se cobrara un plus por dejar el auto en la Avenida 98 (que, de hecho, es el número de manzanas alcanzado por el SEM en la vecina ciudad balnearia).

Segundo y principal, siempre es bueno recordar -para saber de quién se habla- que fue la propia María Eugenia Vallota, en su rol de legisladora local, quien hace algunos años se quiso plegar a un proyecto impulsado en la ciudad de Córdoba que apuntaba a que los entrenadores de cualquier actividad física que den clases en plazas, parques o lugares al aire libre, deban ser profesionales, estar acreditados y paguen las mismas tasas municipales que abonan los gimnasios.

Escasa de proyectos propios como acostumbra, la edil trajo esa idea a Necochea y la planteó en una sesión ordinaria del HCD, pretendiendo elevar un pedido de informes al Departamento Ejecutivo para averiguar si los runners del Parque Miguel Lillo pagaban alguna clase de permiso de uso de espacio público para ejercer su actividad, sosteniendo que la reglamentación vigente no los contemplaba y tildando de “presuntos infractores” a aquellos quienes entrenaban en el sector del Jardín Francés, en 10 y 91.

De esta forma, Vallota le reclamaba al ejecutivo el cobro del uso del espacio público los que corren en el parque

En aquella época, el medio digital @infoenproceso publicó con algo de sorna la noticia: “El #PRO presentó un proyecto para regular la actividad de running en la Provincia, incluída una TASA y permisos. En #Necochea van por el Parque Miguel Lillo. ¿También habrá que pagar para correr en la #Playa?”, se preguntó el redactor.

Sin más para acotar sobre el tema y de vuelta en el principio de la nota, no es menor detallar que aquellos especímenes que comienzan a asomarse en la superficie cuando huelen boletas nuevas, suelen recurrir a precisiones falaces y a críticas poco constructivas y sin ningún asidero para asomar la cabeza y empezar a mostrarse, en especial cuando se ven acorralados por nuevos ejemplares de su misma especie que miden más y son mejor aceptados por la gente. De lo que suelen olvidarse es que del ridículo no se vuelve.