
Por Miguel Abalsamo
"Competir con un intendente que hace bien las cosas es imposible, a veces es difícil con quien no hace bien las cosas…" suele decirme en la mesa de café un dirigente-analista objetivo de la política, frase perfecta, encaja en Necochea y en toda la región, Arturo Rojas en Necochea, Miguel Gargaglione en San Cayetano; Esteban Reino, Balcarce; Julio Marini, Benito Juárez; Guillermo Montenegro, Mar del Plata; Pablo Barrena en Lobería; que equivale decir Juan José Fioramonti; Miguel Lunghi, Tandil… y podríamos seguir en la mayoría de los distritos donde los intendentes serán reelectos, no por costumbre sino por gestión, y en todos los casos se da algo muy símil a lo de nuestra ciudad, un intendente aprobando el examen y una oposición sin alcanzar altura de competitividad.
Un candidato a la reelección con su equipo conocido, sus cuatro años de evaluación bajo la pregunta… ¿Necochea-Quequén están mejores…? Ante cuatro candidatos al que se los ve esperanzados tres de ellos en las listas provinciales y nacionales, con pocos proyectos exhibidos y una sociedad a la que no le responden con seriedad, al menos mostrando algunos de quienes integrarían sus equipos de gobierno en caso de ser electos, esto deja a las claras mucha improvisación en la mayoría, gobernar un municipio no es un acto de buena voluntad, tres frases repetidas y pretender arreglar en minutos lo que sabemos no es tan simple.
Rojas estaría por encima del 50 % de los votos, a un mes de las elecciones es un porcentaje que aumentaría y los más confiados hablan de más cercanía al sesenta que los cincuenta, con lo que significaría para la elección de concejales, que es lo que más despierta atención con la elección a intendente ya definida.
La pregunta: ¿Si como todo indica, el intendente logra seis concejales, como se repartirían los cuatro restantes… las cuatro fuerzas políticas, Nosek, Rivero, Arabarco, Migueles?
Y más interrogante sería si el intendente llegará a la cifra de siete concejales sobre diez que se eligen, quedarían solo tres para repartir entre las 4 fuerzas restantes.
Ante cualquier elección de los 40 años de la democracia del 83 al presente estos análisis no tendrían forma seria, nunca hubo tremenda distancia en ninguna de ellas, ni para intendente ni para concejales; sin embargo, esta elección es distinta, no tiene nada que ver con las pasadas, el electorado parece encaminarse a un camino, el camino del intendente con un corte de boletas que seguramente será cuantioso, porque ese corte es transversal, no en un solo sector como ha ocurrido en otros momentos, la boleta de Arturo Rojas llegará al vecino, y si no llega la armará el vecino con absoluta libertad, piense como piense ideológicamente y vote como vote en provincia y Nación, el corte de boleta para la continuidad del intendente será gigantesco.