21/06/2025

Perezosos terrestres gigantes: asombroso descubrimiento de una familia completa

29/01/2024 |



Una familia de perezosos terrestres gigantes fue descubierta en la zona costera septentrional, ofreciendo una oportunidad sin precedentes para investigar la comunidad de animales prehistóricos que habitaban en sus antiguas ciudades subterráneas. Por vez primera, se cuenta con un registro completo de lo que podría haber sido un grupo familiar de estas enormes bestias prehistóricas.

Desde diciembre, el equipo de Paleontología del Museo Municipal de Ciencias Naturales de Mar del Plata Lorenzo Scaglia ha estado llevando a cabo labores de rescate en tres sitios paleontológicos en las barrancas al norte de Mar del Plata.

La región sureste de la provincia de Buenos Aires, con sus acantilados costeros, proporciona un entorno propicio para el descubrimiento de fósiles de animales prehistóricos que vivieron hace aproximadamente 5.5 millones de años.

El primer hallazgo fue realizado por Patricia Salicio, una residente de Mar del Plata que, mientras buscaba caracoles en las playas acantiladas frente al regimiento militar GADA 601, encontró tres ejemplares de perezosos terrestres gigantes pertenecientes a la especie Scelidotherium leptocephalum. Estos individuos murieron y quedaron preservados en el interior de su antigua madriguera subterránea. Este descubrimiento reviste gran importancia para el equipo de investigación del Museo Scaglia, en colaboración con investigadores del Conicet del Museo de Ciencias Naturales de La Plata y el Bernardino Rivadavia de CABA, ya que proporciona un registro muy completo de lo que pudo haber sido un grupo familiar de estos perezosos prehistóricos.

Los celidoterios eran perezosos terrestres gigantes especializados en la excavación, que llegaron a crear extensos túneles interconectados formando auténticas ciudades subterráneas. Su anatomía estaba perfectamente adaptada a esta peculiar forma de vida.

Estos animales medían 3.5 metros de longitud por 1.2 metros de altura, pesaban alrededor de 850 kilos, tenían una cabeza alargada y cilíndrica, y brazos robustos con dos garras muy desarrolladas que les permitían cavar las madrigueras más grandes que haya producido jamás un animal en la historia de la Tierra, con túneles que podían alcanzar hasta dos metros de diámetro.

Según el equipo de Paleontología del Museo Municipal de Ciencias Naturales Lorenzo Scaglia, los trabajos de rescate se vieron condicionados por las mareas y el clima. Una semana de trabajo de campo se alternaba con una semana de laboratorio para preparar algunos de los elementos óseos recuperados.

Inicialmente se creía que solo se tenían los restos de un único celidoterio, pero al analizar los materiales, se descubrieron huesos duplicados y de diferentes tamaños, lo que permitió concluir que el hallazgo consiste en los esqueletos de dos celidoterios adultos y un juvenil, recuperándose una gran cantidad de sus huesos, incluyendo dos cráneos.

Los datos del análisis geológico de los sedimentos que llenan la cueva indicaron que la madriguera se inundó repentinamente con agua y lodo, provocando la muerte de los animales por ahogamiento y su preservación inmediata.