Los barbijos y el distanciamiento social se convirtieron en parte esencial de la vida diaria, y términos como “curva de contagios”, “aumento exponencial de casos” y “camas de terapia intensiva saturadas” se volvieron familiares. La incertidumbre y el miedo se apoderaron de la población mientras se buscaban desesperadamente soluciones para contener la propagación del virus.
A cuatro años de aquel día, un estudio del Instituto de Métricas y Evaluación Sanitarias (IHME) revela que la pandemia de Covid-19 ha tenido un impacto aún más profundo de lo anticipado. La esperanza de vida se redujo en 1,6 años durante los dos primeros años de la pandemia, un descenso significativo que marca un cambio abrupto en décadas de tendencia al alza.
Este análisis, publicado en la prestigiosa revista The Lancet, resalta que la pandemia ha tenido un impacto más devastador que cualquier otro evento de los últimos 50 años, incluyendo conflictos y desastres naturales. La esperanza de vida disminuyó en el 84% de los 204 países y territorios analizados durante el período de 2020-2021, reflejando el alcance global de la crisis.
El estudio también muestra un aumento significativo en la tasa de mortalidad de las personas mayores de 15 años durante este período, subrayando la magnitud del impacto en la salud mundial.
Fuente: Tiempo Sur