
El Gobierno argentino ha rubricado un contrato histórico con Dinamarca para adquirir 24 aviones de combate F-16, fabricados en Estados Unidos, por un total de US$600 millones a pagar en cinco años. Esta adquisición marca un hito en la capacidad de defensa aérea del país, devolviéndole a la Fuerza Aérea Argentina su capacidad supersónica.
Según informes obtenidos por TN, el acuerdo implica un desembolso de US$300 millones para Dinamarca por los aviones y otros US$300 millones para Estados Unidos por el armamento asociado, que incluye misiles AMRAAM y AIM-9M Sidewinder, además de armas aire-tierra. El pago inicial de US$40 millones se realizará este año, mientras que el resto se distribuirá en un período de cinco años, todo financiado por el presupuesto del Ministerio de Defensa.
Se espera que el primer F-16 llegue al país antes de que finalice el año, sirviendo como avión de entrenamiento para pilotos y mecánicos. La entrega continuará a un ritmo de seis aviones por año hasta 2028, con una vida útil proyectada hasta 2040. Paralelamente, llegarán las armas desde Estados Unidos.
La VI Brigada Aérea de Tandil será la base de operaciones para estos nuevos aviones, lo que requerirá varias obras de infraestructura para adecuar las instalaciones a las necesidades modernas. El presidente Javier Milei, quien planeaba asistir a la firma del acuerdo en Dinamarca, tuvo que regresar al país debido a las tensiones internacionales, delegando la firma en el ministro de Defensa, Luis Petri.
Esta compra refleja un acercamiento estratégico entre Argentina y Estados Unidos, descartando la opción china de los F-17. El Ministerio de Defensa destaca la urgencia de modernizar sus fuerzas armadas para cumplir con su misión de resguardar el espacio aéreo argentino.
Los F-16 Fighting Falcon son reconocidos por su versatilidad y rendimiento en combate, siendo una adición significativa a la capacidad militar del país a pesar de no ser aviones nuevos.