
La coalición de izquierda Nuevo Frente Popular (NFP) ha emergido como ganadora en las elecciones legislativas de Francia, aunque sin alcanzar la mayoría absoluta. En un balotaje reñido, el partido del presidente Emmanuel Macron y la extrema derecha disputaron el segundo lugar, según las primeras proyecciones.
Este domingo, los franceses acudieron nuevamente a las urnas y enviaron un mensaje contundente: no a la ultraderecha. Aunque la izquierda obtuvo el mayor porcentaje de votos, no logró traducir ese apoyo en una mayoría en el Parlamento. El partido del presidente Emmanuel Macron y el bloque de Marine Le Pen compiten por el segundo y tercer lugar.
El presidente Emmanuel Macron, tras la derrota en las elecciones europeas, disolvió la Asamblea Nacional y convocó a nuevas elecciones, creando un terremoto político. La extrema derecha, encabezada por Agrupamiento Nacional (RN), esperaba obtener una mayoría de diputados en el balotaje.
En una maniobra rápida, La Francia Insumisa (LFI), el Partido Socialista (PS), el Partido Europa Ecología Los Verdes (EELV) y el Partido Comunista (PCF) formaron la coalición Nuevo Frente Popular (NFP), logrando una mayoría relativa en la Asamblea Nacional con aproximadamente 190 diputados. La coalición oficialista, Juntos (E!), sufrió una derrota significativa, reduciendo su representación a 160 diputados. Agrupamiento Nacional, a pesar de las expectativas, alcanzó solo alrededor de 140 diputados.
Jean-Luc Mélenchon, líder de LFI y figura prominente del NFP, ha sugerido que el presidente debe nombrar a un primer ministro de la coalición de izquierda, exigiendo la dimisión del actual primer ministro Gabriel Attal. Mélenchon propuso aumentar el salario mínimo, derogar la reforma de pensiones y congelar los precios de productos esenciales como primeras medidas del nuevo gobierno.
Gabriel Attal, tras el discurso de Mélenchon, anunció su intención de renunciar este lunes. Jordan Bardella, líder de Agrupamiento Nacional, calificó la coalición entre Macron y la izquierda como una "alianza del deshonor". Sin embargo, el frente republicano, una alianza entre socialdemócratas, derecha liberal y la izquierda, logró frenar a la extrema derecha, aunque está lejos de ser una coalición de gobierno.
El futuro primer ministro podría ser un miembro del NFP, pero las diferencias internas de la coalición podrían complicar el proceso. La figura de Jean-Luc Mélenchon sigue siendo divisiva, y algunos aliados ya han expresado su oposición a su posible nombramiento.
El Contexto Político y Social
Desde la reelección de Macron en 2022, el gobierno ha estado dominado por la coalición oficialista. La elección de este domingo marca el fin de la era "jupiteriana" de Macron, un estilo de gobierno presidencialista. La derrota de la ultraderecha ha sido celebrada por muchos, y las movilizaciones sociales han jugado un papel crucial en este resultado.
En las últimas semanas, la tensión social aumentó con denuncias de agresiones a minorías, pero la victoria de la izquierda ha traído alivio a muchos sectores. La democracia francesa ha conseguido una victoria importante, rechazando el ascenso de la extrema derecha.
La victoria del NFP refleja el rechazo a las políticas neoliberales y la resistencia a la creciente desigualdad. Francia ha vivido importantes movimientos de protesta en los últimos años, como los chalecos amarillos y las huelgas contra la reforma de pensiones. La respuesta del mercado y de las élites parece inclinarse hacia el apoyo a nuevos fascismos, pero la democracia francesa ha demostrado su resiliencia.
La victoria del Nuevo Frente Popular en las elecciones legislativas de Francia representa un respiro para la democracia y un rechazo contundente a la extrema derecha. El futuro político del país dependerá de cómo se manejen las divisiones internas de la coalición de izquierda y la capacidad de Macron para nombrar un primer ministro que pueda liderar un gobierno estable. La batalla por la justicia social y ambiental continúa, y la movilización ciudadana seguirá siendo crucial en el panorama político francés.