El presidente Javier Milei justificó esta decisión argumentando que la AFI, creada durante el kirchnerismo tras el crimen del fiscal Alberto Nisman, fue utilizada para "actividades espurias como el espionaje interno, el tráfico de influencias y la persecución política e ideológica".
"La proliferación de estas conductas constituyó una deuda con el sistema democrático y republicano que hoy comenzamos a saldar", declaró el presidente desde su oficina virtual.
La decisión ha generado un intenso debate en el ámbito político y social. Mientras algunos sectores celebran el regreso a la SIDE como una forma de recuperar la transparencia y la legalidad en las operaciones de inteligencia, otros critican la medida, señalando que podría significar un retroceso en los esfuerzos por modernizar y democratizar los servicios de inteligencia del país.
Contexto histórico y reacciones
La Agencia Federal de Inteligencia fue creada en 2015 mediante la Ley 27.126, durante el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, con el objetivo de reformar y modernizar el sistema de inteligencia argentino tras el controvertido caso de la muerte del fiscal Alberto Nisman. La AFI reemplazó a la SIDE, que había sido objeto de numerosas críticas por su manejo opaco y sus supuestas prácticas de espionaje interno.
Las reacciones a la medida no se hicieron esperar. Desde la oposición, varios dirigentes cuestionaron la decisión de Milei, advirtiendo que podría suponer un regreso a prácticas del pasado que se intentaron erradicar con la creación de la AFI. "La disolución de la AFI es un paso atrás en la lucha por una inteligencia más transparente y controlada", afirmó un dirigente opositor.
Por su parte, organizaciones de derechos humanos expresaron su preocupación por la posible falta de controles y transparencia en la nueva estructura de la SIDE. "Nos preocupa que se vuelva a una institución que históricamente ha sido utilizada para fines ajenos a la seguridad del Estado", señalaron en un comunicado.
Implementación y próximos pasos
El Gobierno ha informado que la transición de la AFI a la SIDE se llevará a cabo de manera inmediata, con la reasignación de recursos y personal para asegurar la continuidad de las operaciones de inteligencia. Además, se prevé la creación de un comité de supervisión para garantizar que las actividades de la SIDE se realicen dentro del marco legal y respetando los derechos y libertades de los ciudadanos.
El presidente Milei también anunció que se llevarán a cabo una serie de reformas legislativas para adecuar el marco normativo a la nueva estructura de inteligencia y asegurar mayores controles y transparencia en sus operaciones.
En resumen, la disolución de la AFI y el regreso a la SIDE representan un cambio significativo en la política de inteligencia del país, con implicaciones profundas para la seguridad nacional y la protección de los derechos ciudadanos. La implementación y los efectos de esta medida serán observados de cerca tanto a nivel nacional como internacional.