Argentina reduce un 60% el embarazo adolescente en una década

En los últimos 10 años, Argentina ha alcanzado un importante avance en la reducción del embarazo adolescente, logrando disminuir la cifra en un 60%. Según datos oficiales, en 2013 se registraron 117.386 nacimientos de madres menores de 20 años, mientras que en 2022 el número se redujo a 47.630.

Este logro se enmarca en las políticas públicas de prevención y concientización, impulsadas principalmente a través de la implementación de la Educación Sexual Integral (ESI) y el acceso gratuito a métodos anticonceptivos. La reducción es significativa, ya que el embarazo en adolescentes conlleva mayores riesgos tanto para la madre como para el bebé, con complicaciones como preeclampsia, anemia y partos prematuros.

Sin embargo, las estadísticas muestran que el embarazo adolescente sigue siendo un desafío en algunas provincias. Las más afectadas son Chaco, Formosa y Misiones, donde se registran las tasas más altas de nacimientos en menores de 20 años. En estas regiones, la tasa supera el 20%, lo que pone en evidencia la necesidad de reforzar los programas de prevención.

En el marco del Día Mundial de Prevención del Embarazo no Planificado en Adolescentes, que se celebra el 26 de septiembre, la ginecóloga Valeria Valko destacó la importancia de garantizar el acceso a la salud, la educación sexual y la anticoncepción para seguir reduciendo estos índices. "Estamos comprometidos en brindar más oportunidades de desarrollo personal a nuestras adolescentes", expresó la especialista.

Además de los métodos anticonceptivos, el sistema de salud argentino garantiza la Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) y un enfoque integral para la prevención de embarazos no deseados, lo que incluye asesoramiento en escuelas, atención de abusos sexuales y promoción de derechos sexuales y reproductivos.

A pesar de los avances, los embarazos no planificados en adolescentes aún representan el 11% de los nacimientos a nivel mundial, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), lo que evidencia la necesidad de seguir trabajando en la educación y prevención, especialmente en sectores vulnerables.