
La decisión se produjo luego de una polémica reunión en Casa Rosada, en la que participaron el presidente del bloque radical, Rodrigo de Loredo, y otros diputados, lo que generó malestar en un sector del partido.
La reunión con el Gobierno y aliados, que tenía como objetivo tratar temas legislativos, fue el detonante de la fractura. Los 12 diputados que conformarán este nuevo espacio todavía no han definido un nombre, pero ya cuentan con un presidente: Pablo Juliano. Según declaraciones de un allegado a Lousteau, “se confirma la ruptura porque De Loredo no fue a la reunión para irse a la Rosada, y ahí todos explotaron”.
El descontento de este grupo radica en lo que consideran una excesiva cercanía del bloque radical con el gobierno de Javier Milei, al que varios de ellos acusan de socavar la independencia del radicalismo. El sector liderado por Lousteau y Manes había exigido una postura más crítica hacia el oficialismo y finalmente optó por la separación para "mantener la coherencia con el mandato de sus votantes".
Las dos facciones dentro de la UCR
Con la salida de estos 12 legisladores, el bloque de la UCR en Diputados se dividirá en dos: uno de 12 diputados alineados con Lousteau y Manes, y otro de 21 que seguirá bajo la conducción de De Loredo. Esta ruptura deja en evidencia las tensiones internas en el partido, que desde hace meses venía mostrando fisuras, especialmente en su relación con el oficialismo.
Desde el sector disidente, el diputado Fernando Carbajal, uno de los más críticos con De Loredo, pidió su renuncia y lo instó a "sumarse al oficialismo", considerando que su liderazgo en el bloque había perdido legitimidad. Carbajal también hizo público su malestar en redes sociales, criticando a quienes “sobreactúan oficialismo” y reiterando que "la oposición responsable dará el debate por el Presupuesto Nacional para defender a las universidades, las provincias, municipios y jubilados".
Las posturas enfrentadas
Las diferencias dentro del bloque se profundizaron en una reciente reunión donde se discutió la expulsión de los legisladores que apoyan abiertamente al gobierno de Milei. Mientras que un sector encabezado por Manes y el grupo Evolución abogaba por su expulsión, otro prefería permitirles formar un bloque aparte para mantener la unidad dentro del espacio.
Por su parte, De Loredo defendió su participación en la reunión en Casa Rosada, afirmando que lograron evitar la suspensión del financiamiento a la educación y la ciencia para el año próximo. “Seguimos defendiendo el futuro de nuestra educación y el desarrollo científico del país”, expresó a través de sus redes sociales.
Este quiebre dentro de la UCR representa un nuevo desafío para el partido en un contexto de creciente polarización política, y deja abiertas incógnitas sobre cómo evolucionará su relación con el gobierno de Milei y el resto de la oposición en los próximos meses.