Las lluvias torrenciales y el desbordamiento de ríos en la región de Valencia, en el sureste de España, han dejado un saldo de al menos 62 fallecidos. Las intensas precipitaciones, que en algunos lugares alcanzaron niveles mensuales en tan solo un día, provocaron inundaciones severas que arrasaron calles, dañaron infraestructuras y dejaron a cientos de personas sin acceso a servicios básicos.
La magnitud de la tragedia es tal que las autoridades continúan el proceso de levantamiento e identificación de víctimas. En un comunicado, el Centro de Coordinación Operativa Integrada (Cecopi) informó sobre un balance provisional de 51 muertos, que horas después fue elevado a 62. "Reiteramos la importancia de no hacer desplazamientos por carretera en las provincias afectadas", enfatizó el presidente de la Comunidad Valenciana, Carlos Mazón, en rueda de prensa, mientras varios sectores permanecen sin electricidad y servicios de telefonía.
El gobierno español activa comité de crisis y despliega ayuda militar
La respuesta del gobierno no se ha hecho esperar. Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, interrumpió una gira internacional para presidir un comité de crisis y coordinar la ayuda. Además, el Estado envió a la Unidad Militar de Emergencias (UME), un cuerpo especializado en rescates en catástrofes, que movilizó a más de 1,000 efectivos en Valencia. Estos militares están colaborando con los servicios de emergencia locales para atender las zonas más afectadas y prestar apoyo en tareas de búsqueda y rescate.
Las imágenes de la catástrofe, compartidas ampliamente en redes sociales, muestran corrientes de agua arrastrando vehículos y escombros por las calles de ciudades y pueblos de la Comunidad Valenciana, así como en otras áreas del sur de España. Esta es una de las tormentas más intensas y devastadoras registradas en el país en los últimos 30 años, superada solo por las inundaciones en el camping “Las Nieves” en Biescas, Huesca, que dejaron 86 muertos en 1996.
Servicios de transporte y actividades suspendidos ante la emergencia
La situación climática ha impactado severamente el transporte en la región. Decenas de vuelos programados para aterrizar en el aeropuerto de Valencia fueron desviados debido a las condiciones adversas, y el operador ferroviario Adif anunció la suspensión del servicio en toda la Comunidad Valenciana hasta que la situación mejore. Las autoridades locales, en tanto, ordenaron la suspensión de clases y de eventos deportivos, y cerraron parques públicos como medida preventiva.
Un fenómeno extremo que alerta sobre el cambio climático
Desde la agencia meteorológica estatal, Aemet, se advierte que las lluvias continuarán al menos hasta el jueves, y se destaca el impacto del cambio climático en la frecuencia e intensidad de este tipo de fenómenos extremos. “Estamos en un planeta más cálido y con mayor disponibilidad energética. Los patrones de precipitación están cambiando, lo cual se traduce en tormentas más torrenciales y cortas”, señaló la agencia en un primer análisis de la situación.
Apoyo y solidaridad nacional
La respuesta institucional se ha acompañado de gestos de solidaridad en todo el país. En el Congreso de los Diputados, se guardó un minuto de silencio en memoria de las víctimas, y la Casa Real expresó su “pésame a los familiares y allegados de los fallecidos”. Mientras tanto, la región continúa en estado de alerta máxima, y se han establecido varios puntos de asistencia para ayudar a las familias damnificadas y coordinar el rescate de aquellos aún atrapados en áreas inundadas.
Estas inundaciones, las más mortales en el continente desde las que afectaron a Alemania y Bélgica en 2021, subrayan el desafío creciente del cambio climático para las comunidades europeas y la necesidad de implementar estrategias de mitigación y respuesta ante desastres naturales.