
Desde su internación en el Hospital Italiano el 14 de junio pasado, su estado de salud había generado preocupación, y su partida marca el fin de una era en el periodismo nacional.
Lanata, nacido el 12 de septiembre de 1960 en la ciudad de Mar del Plata, fue un hombre que construyó su carrera a partir de la audacia, la crítica y la constante búsqueda de la verdad. A lo largo de su vida, fundó y dirigió medios de comunicación, marcó tendencias en el periodismo investigativo y se convirtió en una figura clave en el debate político y social de la Argentina.
Con su estilo directo y sin filtros, Lanata siempre estuvo dispuesto a desafiar a los poderes establecidos. Fundador de Página/12, uno de los periódicos más influyentes de los años 80 y 90, también creó Perfil, donde consolidó su sello personal en los medios gráficos. Su rostro se hizo familiar para millones de argentinos a través de la televisión, primero con Crónica de la Argentina y luego con su célebre Periodismo para todos, donde se convirtió en una voz crítica de la corrupción, la política y la realidad social del país.
A lo largo de su carrera, Lanata fue un personaje polarizador. Admirado por muchos por su valentía al exponer escándalos de corrupción y abuso de poder, y vilipendiado por otros por sus posturas polémicas y su estilo provocador. Lo cierto es que su presencia en los medios fue inconfundible: Lanata no solo informaba, sino que también formaba parte del debate público, muchas veces siendo protagonista de la discusión.
Lanata vivió momentos de luces y sombras. En su vida personal, enfrentó desafíos, incluyendo problemas de salud y cuestiones familiares, pero siempre mantuvo una férrea independencia en su ejercicio del periodismo. Su mirada crítica sobre el poder, su constante cuestionamiento y su capacidad para señalar lo que otros preferían ignorar, lo convirtieron en una figura única y esencial en la historia del periodismo argentino.
Con su partida, se va una de las voces más influyentes y controversiales de los últimos tiempos. Sin dudas, su legado permanecerá, y su impacto en el periodismo argentino se seguirá discutiendo en años venideros.
Jorge Lanata, un hombre que nunca dejó de cuestionar, descansará finalmente tras una vida dedicada al periodismo, al cuestionamiento y a la búsqueda incansable de la verdad.