
Cada tercer lunes de enero, el llamado "Blue Monday" ocupa titulares y genera conversaciones en todo el mundo. Este 20 de enero de 2025, la fecha vuelve a instalarse como un símbolo del estado anímico colectivo en pleno invierno boreal y tras los excesos de las fiestas de fin de año.
El concepto nació en 2005, cuando el psicólogo Cliff Arnall desarrolló una fórmula que combinaba factores como el clima, las deudas navideñas, la falta de motivación y el tiempo desde los últimos intentos fallidos de cambio de hábitos. Según Arnall, estas variables confluyen para hacer del tercer lunes de enero el día más triste del año.
Sin embargo, la psicóloga argentina Beatriz Goldberg cuestiona la universalidad de esta teoría: "La fecha no puede ser determinante para un estado anímico; cada persona tiene su ciclo natural según sus vivencias. Incluso, hay quienes disfrutan del fin de las corridas de fin de año y usan estos días para relajarse."
El Blue Monday puede manifestarse con ansiedad, irritabilidad, falta de energía y dificultades para concentrarse. Especialistas recomiendan diversas estrategias para sobrellevar este día:
Aunque el Blue Monday carece de fundamentos científicos sólidos, su impacto cultural es innegable. En redes sociales, iniciativas como el hashtag #StopMonday proponen transformar este día en una oportunidad para reflexionar y promover el bienestar.
Si bien el lunes puede parecer más gris que otros días, depende de cada persona encontrar formas de teñirlo de colores más vibrantes.