
Según fuentes oficiales, la madre relató que se ausentó un minuto dentro de la casa y al salir encontró al pequeño sumergido de cabeza en una pileta de pequeñas dimensiones. De inmediato, lo trasladaron de urgencia al Centro de Atención Primaria de Salud (Caps) Florentino Ameghino y, posteriormente, al Hospital Materno Infantil. A pesar de los esfuerzos médicos, el menor falleció.
El caso quedó bajo investigación de la fiscalía de Delitos Culposos, que caratuló el hecho como "muerte por accidente".
Este trágico episodio resalta la importancia de reforzar la prevención para evitar accidentes similares. Desde organismos de seguridad y pediatría recomiendan:
Supervisión constante: Nunca dejar solos a los niños cerca del agua, ni siquiera por unos segundos.
Cercos de seguridad: Instalar barreras o cercos de al menos 1,20 metros de altura alrededor de las piletas.
Tapa y drenaje: Mantener piscinas inflables o pequeñas vacías cuando no estén en uso.
Capacitación en primeros auxilios: Conocer maniobras de RCP infantil puede marcar la diferencia en una emergencia.
Los accidentes por ahogamiento son una de las principales causas de muerte en menores de cinco años. La prevención y el compromiso de los adultos son claves para evitar tragedias.