
Desde la Gobernación señalaron que se trató de un cumplimiento legal obligatorio, pero insistieron en que la mejor opción es eliminar las PASO en el distrito. "Cumplida esta obligación legal, el Poder Ejecutivo Provincial reitera su posición: la suspensión del régimen de las PASO para 2025 en el ámbito de la Provincia de Buenos Aires", afirmaron fuentes oficiales.
El propio Kicillof dejó clara su postura el pasado 5 de marzo, cuando en la apertura de sesiones de la Legislatura expresó que la suspensión de las PASO era una medida razonable ante el contexto actual. "La decisión le corresponde a esta Legislatura y seré respetuoso de ello. Lo que les pido es celeridad", afirmó.
La discusión sobre las PASO en la provincia generó tensiones entre el oficialismo y la oposición. Mientras algunos sectores reclaman que se mantenga el cronograma electoral, otros insisten en su eliminación, argumentando la necesidad de reducir costos y simplificar el proceso electoral.
Esta falta de consenso se vio reflejada en la reunión de la comisión de Reforma Política y del Estado de la Cámara de Diputados bonaerense, donde no se llegó a un acuerdo concreto. En medio del debate, el oficialismo acusó al radical Emiliano Balbín, presidente de la comisión, de querer "montar un circo", mientras que el ministro de Gobierno provincial, Carlos Bianco, ironizó: "Al circo voy los domingos con mi ahijada".
Pese a la incertidumbre, la administración de Kicillof avanza con los preparativos en caso de que las PASO finalmente se realicen. En los últimos días, se cerró el llamado a licitación para la compra de urnas, la impresión de boletas y el traslado de materiales electorales, además del despliegue de las fuerzas de seguridad provincial para garantizar el proceso.
La Ley 14.086 establece que la convocatoria a las primarias debe realizarse entre 120 y 150 días antes de su celebración y que deben desarrollarse dentro de los 12 meses previos a la elección general. Sin embargo, en este caso no hay PASO nacionales, por lo que la provincia tiene margen para definir su propio calendario electoral.
Mientras la Legislatura dilata la discusión, el Gobierno bonaerense sigue en vilo, esperando una definición que podría cambiar el escenario electoral de cara a los comicios de octubre.