
Con la muerte del Papa Francisco finaliza un papado que quedará marcado para siempre en la historia y comienza un legado que solo el tiempo permitirá dimensionar. El cura Alejandro Martínez dialogó este martes con Radio Rivadavia Necochea y brindó algunas apreciaciones sobre el impacto de Francisco no solo como líder religioso, sino como una figura que logró trascender creencias y religiones.
Martínez definió a la figura del Papa como aquel que conduce y anima a toda esa barca que conforma el Catolicismo: “Es la figura de un padre que nos muestra el rostro de Dios”. Mirando atrás en el tiempo, recordó aquel 13 de marzo de 2013 cuando se anunció que el Jorge Bergoglio sería el nuevo Papa y reconoció que le pareció que haber escuchado mal el anuncio del camarlengo al no poder creer que un argentino sería el nuevo Papa de la Iglesia Católica.
El Papado de Francisco sin duda no pasó desapercibido para el Padre Martínez, “Para mí como sacerdote fue decir vuelvo a renovar mi Sí al señor, por esta frescura y por esta Iglesia que necesita tener lo que él llamaba las puertas abiertas, porque la razón de existir de la Iglesia solamente se entiende como pueblo de Dios si se anuncia el Evangelio a todos, sin excluir a nadie, y eso me parece que ha sido el gran legado que nos ha dejado el Papa Francisco”.
Sin dejar de reconocer las diferencias, consideró que el Papado de Benedicto XVI fue importante para la llegada posterior de un Papa como Francisco, "si no hubiese tenido esa grandeza de descubrir que no podía él hacer los cambios que se necesitaban en la Iglesia, él por el bien de la iglesia renuncia, ahí está el tema; todo es una sucesión, nada aparece de repente".
Destacó ante todo el carácter austero, pobre, sencillo y directo del papado de Francisco, y resaltó lo hecho como Papa como una continuidad de su labor pastoral desarrollada en Argentina como Jorge Bergoglio donde llevó a cabo un gran trabajo en las villas y combatiendo la prostitución y la trata de personas.
“Yo me siento un poco huérfano en estos momentos hasta que se elija el nuevo papa porque la presencia del Papa Francisco es la cercanía que necesitaba esta cultura”. En ese sentido consideró que la cultura y el mundo van cambiando y entonces la iglesia tiene que hacerse presente en el ritmo de una cultura siempre cambiante.
El Padre Martínez retomó el concepto de Francisco de “Una iglesia como hospital de campaña. Francisco nos habló de una urgencia y una inmediatez, los hermanos más marginados no pueden esperar”.
El mensaje de un Papa como Francisco trasciende a los hombres y trasciende a la religión porque toca directamente el corazón de las personas. "Una cosa es la institución y otra cosa es el evangelio que llega a toda la gente y eso es lo que quiso mostrar Francisco, no importa quien seas, no importa en qué lugar te encuentres, lo que importa es que te encuentres con Dios", reflexionó.
"A mí lo que me impactó fue la sonrisa. No es que él cambió, sino que expresó la alegría de humildemente conducir a la Iglesia", analizó en referencia a uno de los rasgos más distintivos de Francisco e insistió en la austeridad que mantuvo hasta el fin de su papado.
Consultado en relación a qué esperar para el futuro de la Iglesia Católica, señaló: "Va a ser muy difícil, y Dios quiera que nunca suceda, volver para atrás. Yo creo que todos tenemos conciencia clara de que esta iglesia tiene que mostrarse tal cual nos decía el Papa Francisco. Por lo tanto, los cardenales, que la mayoría los eligió de él, Dios quiera que animados por el Espíritu Santo sigan este espíritu de una Iglesia en la calle".
Por último, y en referencia al permanente compromiso de Francisco durante su papado, realizó un guiño al reconocido amor del Papa por el fútbol y concluyó: "El espíritu de él es muy futbolero. Yo creo que aquí, tomando esa referencia, él partió al cielo jugando en la cancha, no se retiró nunca de suplente ni se retiró de la cancha, partió al cielo estando en la cancha".