
Una de las principales modificaciones es que ya no será necesario presentar información sobre el patrimonio ni los consumos personales, y no hará falta contar con la intervención de un contador para completar la declaración. El nuevo sistema estará centrado en la facturación y los gastos deducibles, según detalló Juan Pazo, titular de la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA).
“Los consumos personales no van a pasar más por ARCA y a los vendedores también les vamos a reducir la carga de información que debían compartir”, explicó Pazo, quien remarcó que el trámite se podrá realizar íntegramente de forma online.
A pesar de la promesa de simplificación, no todos los especialistas ven con buenos ojos el nuevo régimen. El analista económico y tributarista Fabián Medina advirtió que los contribuyentes adheridos podrían terminar pagando entre un 20 y un 25% más que bajo el sistema tradicional.
“ARCA va a presentar una declaración cerrada, sin posibilidad de modificación. Muchos ítems deducibles tienen carácter ambiguo y se pueden justificar con argumentos legales, pero no entran en un formulario rígido”, explicó Medina. En ese sentido, consideró que la ausencia del contador puede jugar en contra del contribuyente.
Además, el nuevo régimen se inscribe dentro del llamado “Plan de Reparación Histórica de los Ahorros de los Argentinos”, cuyo eje central es un nuevo blanqueo de dólares para fomentar la formalización de capitales.
Para Medina, esta medida evidencia “la extrema necesidad del gobierno de hacerse de dólares”, y recordó que el blanqueo anterior finalizó la semana pasada, lo que deja en evidencia la urgencia oficial por captar divisas.
Con esta iniciativa, el gobierno busca mostrar una modernización del sistema tributario, aunque la discusión sobre sus ventajas reales y sus eventuales desventajas para los contribuyentes recién comienza.