06/06/2025

Policiales

Tragedia en la Ruta 228: asesinó a su pareja e hijos y se suicidó arrojándose frente a un camión

04/06/2025 19:25 | Un estremecedor crimen múltiple sacude a Tres Arroyos y la región. Un hombre de 36 años, identificado como J.A.L., protagonizó una secuencia de violencia extrema que culminó en su suicidio sobre la Ruta Provincial 228, en jurisdicción del partido de Necochea, cerca de la localidad de Energía.



 

Femicidio en Tres Arroyos

El caso comenzó a develarse este martes por la tarde, cuando personal policial ingresó a una vivienda en Tres Arroyos y encontró el cuerpo sin vida de una mujer, pareja del agresor. Según las primeras pericias forenses, la víctima fue asfixiada con un cable telefónico, lo que configura un claro caso de femicidio.

Huida y asesinato de sus hijos

Tras cometer el crimen, el hombre escapó en una camioneta Renault Duster blanca (patente LRR-373), llevándose a sus dos hijos menores. En el trayecto hacia el sur, por la Ruta 228, en cercanías de Energía, el agresor habría asesinado a los niños. Sus cuerpos fueron hallados dentro de un zanjón, a pocos metros del vehículo que luego apareció despistado dentro de un campo junto a la ruta.

Suicidio en plena ruta

La secuencia finalizó pasadas las 15:00, cuando el hombre se arrojó de forma intencional frente a un camión Mercedes Benz (patente SSR-210). El chofer del rodado, identificado como J.L.A., no pudo evitar el impacto. La víctima murió en el acto.

Tres escenas del horror y una investigación urgente

La Unidad Fiscal de Instrucción de turno, junto a la DDI, Policía Científica y personal vial, trabaja en simultáneo en los tres escenarios del crimen: la casa en Tres Arroyos donde se cometió el femicidio, el zanjón a la vera de la Ruta 228 donde fueron encontrados los menores, y el lugar del suicidio.

El caso genera una profunda conmoción en Tres Arroyos y toda la región, y es considerado uno de los hechos más violentos registrados en la zona en los últimos años. Las autoridades intentan reconstruir con precisión los últimos movimientos del agresor para determinar los tiempos y modos en que ocurrieron los crímenes.