Tragedia en Ruta 88: el hijo del médico fallecido denunció que “lo decapitaron” y reclamó justicia

El brutal accidente ocurrido el domingo 8 de junio en la Ruta 88, cerca de Miramar, dejó una marca imborrable: murieron el médico Diego Quirós y un niño de 7 años, Iñaki, mientras que Yanina Liani, pareja del conductor, permanece internada pero estable. A una semana del hecho, Francisco Quirós, hijo del fallecido y también médico, rompió el silencio y lanzó una desgarradora denuncia: “Lo decapitaron”, afirmó, apuntando directamente contra el camionero involucrado.

Según relató Francisco en diálogo con TN, el acoplado del camión contra el que chocó su padre “no tenía luces, ni las gomas que debía tener, ni línea de freno”. Además, reveló que el camión, que transportaba 44 mil kilos de cereal y era conducido por Raúl Alejandro Lozano García, no tenía la Verificación Técnica Vehicular (VTV) vigente y que el chofer no contaba con licencia habilitante.

“La responsabilidad es del conductor y también del titular del camión. Sabían que no pasaba la VTV y por eso no la hicieron”, aseguró el abogado querellante, Juan Manuel Belliure, quien agregó que el acoplado “estaba mal enganchado” y “se cruzó en la ruta”, lo que impidió a Diego Quirós maniobrar para evitar el impacto.

El accidente ocurrió a las 19:33, cuando Diego regresaba desde Bahía Blanca hacia Mar del Plata, luego de visitar a sus suegros. El siniestro tuvo lugar a la altura del kilómetro 45 de la Ruta 88, una traza vial que, según denunció Francisco, está en condiciones precarias: “Hace años se viene pidiendo que se haga doble carril. Este año ya hubo 13 muertos, y el año pasado 6 más. Hace dos años murió un amigo mío”.

La única testigo presencial del accidente, según indicó Francisco, fue una mujer que observó cómo una camioneta Amarok sobrepasaba el Mercedes Benz de su padre, pero no logró ver con claridad lo que sucedió después.

A pesar de las graves irregularidades detectadas, el juez de Garantías Daniel De Marco le otorgó la excarcelación a Lozano García, considerando que no existía riesgo de fuga, lo que generó aún más indignación en la familia de las víctimas.

“Pido justicia por mi papá y por ese nene inocente que también murió. Esto no puede quedar impune”, expresó Francisco, quien además de buscar respuestas, intenta visibilizar una realidad que se repite con frecuencia en las rutas argentinas: vehículos en mal estado, controles laxos y tragedias evitables.