
El anuncio llega en un contexto de ajuste fiscal, inflación que sigue siendo elevada y un escenario político cada vez más inestable.
Según el texto del proyecto, el Argentum (símbolo “AG”, igual que el de la plata en la tabla periódica) tendría una paridad de 1 AG = 1.000 pesos actuales. La propuesta no implica una devaluación ni un cambio real en el poder adquisitivo, sino una redenominación monetaria pensada para simplificar las transacciones cotidianas y reducir la cantidad de ceros en los billetes, algo que —según explicó López Murphy— “ordena, simplifica y da mayor claridad”.
“Hoy un café cuesta $1.500; con el Argentum costará 1,5. No se trata de una reforma estructural, sino de facilitar la lectura de precios y contratos”, señaló el legislador liberal.
El plan contempla una etapa de transición de seis meses, durante la cual circularán en paralelo los pesos y el Argentum. Una vez cumplido ese plazo, el peso se retiraría completamente de circulación, pasando a ser parte de la historia económica argentina junto con el austral, el peso ley y otros intentos fallidos de estabilidad.
De aprobarse, el Banco Central deberá emitir la nueva familia de billetes, reconvertir automáticamente los saldos bancarios y establecer las normas de interpretación para contratos y documentos que aún refieran a pesos. Todo eso con el desafío de evitar confusión y más costos operativos.
Hasta el momento, el proyecto no recibió apoyos ni críticas públicas del resto de las fuerzas políticas, enfrascadas en otras urgencias: desde la caída del consumo hasta la ingeniería de alianzas de cara a las legislativas. En ese panorama, la propuesta de López Murphy resulta tan disruptiva como simbólica: si no hay soluciones para mejorar el poder adquisitivo, al menos que los billetes cambien de cara.
Las elecciones en la provincia de Buenos Aires serán el 7 de septiembre, y las nacionales están previstas para octubre. En ese contexto, una reforma monetaria suena más a señal política que a herramienta económica concreta. Aunque para muchos, ordenar los ceros ya sería un avance.