Tensión y negociaciones de último minuto: el Frente Patria busca unidad en Necochea

Según se pudo saber, la Junta Electoral de la Provincia de Buenos Aires extendió el plazo hasta este mediodía de domingo 20 de julio para resolver diferencias que se replican en varias secciones y distritos, con la clara intención del gobernador Axel Kicillof de evitar fracturas internas y ordenar la boleta en todos los niveles.

En Necochea, la interna se partió en dos espacios que aseguran ser el reflejo local del proyecto provincial. Por un lado, la lista encabezada por el actual presidente del PJ, el doctor Marcelo Rivero, que nuclea al peronismo tradicional sumando algunos referentes de La Cámpora, hoy con menor presencia en el distrito. Por el otro, la nómina que lleva al frente a Camilo Vidal, referente que cuenta con el respaldo de buena parte del Movimiento Derecho al Futuro (MDF) —la estructura política más cercana a Kicillof— y de varios dirigentes sindicales que sostienen su representación territorial.

“Las dos listas están presentadas, pero hay un impasse hasta el mediodía de este domingo, porque hay desacuerdos en buena parte de las candidaturas seccionales y ni hablar de lo que pasa en numerosos distritos”, confió a este medio una fuente del Frente Patria cercana a la mesa de negociaciones que se vivieron hasta altas horas del sábado.

El cierre formal de listas se vio marcado por un detalle singular: un presunto corte de energía en La Plata, justo en los lugares donde se debían presentar las nóminas, que coincidió con la decisión de extender el plazo para oficializar los nombres.

“La idea es que haya unidad, cosa que por ahora no estaría sucediendo, pero es el mensaje con el que nos iremos a dormir un rato. Es lo que todos quieren que suceda, pero en Necochea, hasta ahora, existen dos listas presentadas”, resumió la misma fuente, sin precisar la posición del Frente Renovador, otro de los espacios que integra la coalición provincial alineada con Kicillof.

Con este escenario abierto, Necochea vuelve a ser reflejo de la tensión interna que atraviesa al oficialismo bonaerense: pulseadas, negociaciones contrarreloj y la apuesta final por una unidad que, por ahora, sigue sin sellarse.