07/08/2025

Nacionales

MISTERIO RESUELTO

Identificaron los restos hallados junto a la casa donde vivió Gustavo Cerati: pertenecen a un joven desaparecido en 1984

06/08/2025 17:54 | A más de cuatro décadas de su desaparición, la ciencia forense y la perseverancia de su familia permitieron resolver un caso que había quedado sin respuesta desde 1984.



Los restos humanos hallados en mayo de este año, al lado de la vivienda ubicada en el barrio porteño de Coghlan donde vivió el músico Gustavo Cerati, fueron identificados como los de Diego, un adolescente de 16 años que había sido reportado como desaparecido hace 41 años.
 

El hallazgo se produjo el 20 de mayo, cuando obreros realizaban trabajos de excavación en una propiedad ubicada sobre Avenida Congreso al 3700. Parte del terreno lindero a la casa —que entre 2001 y 2003 fue alquilada por Cerati— se desprendió, dejando a la vista una fosa con restos humanos. La policía intervino rápidamente y la zona fue preservada por el Gabinete Científico de la Policía de la Ciudad, que realizó una serie de tareas forenses iniciales: inspección ocular, fotografía, recolección de elementos y acondicionamiento de evidencias.

Los peritos recolectaron al menos 151 fragmentos óseos humanos, entre los que se identificaron partes de cráneo, costillas, mandíbula, fémur, tibia, clavícula y escápula. También se hallaron objetos personales: una media con restos óseos, un fragmento de tela, partes de un calzado, una llave, un llavero naranja, un reloj Casio, una etiqueta de prenda de vestir, un corbatín escolar y una moneda japonesa de cinco yenes.

Dada la antigüedad de los restos, el fiscal a cargo del caso, Martín López Perrando, solicitó la colaboración del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF), que analizó el material recolectado en laboratorio. A través de estudios antropológicos y genéticos, los especialistas lograron determinar que se trataba de un adolescente de entre 15 y 19 años, de sexo masculino, que había muerto por una herida punzante en la zona de las costillas. Además, los restos óseos mostraban señales de intentos de descuartizamiento fallidos.

El ADN extraído fue clave. Aunque en un primer momento no había con qué cotejarlo, un familiar que conoció la noticia por los medios se contactó con los investigadores al sospechar que podía tratarse de su tío desaparecido. A partir de ese dato, la madre del adolescente se presentó a aportar una muestra genética, y el resultado fue concluyente: los restos correspondían a Diego, quien había desaparecido el 26 de julio de 1984, mientras se dirigía a la casa de un amigo.

Diego era estudiante de la Escuela Nacional de Educación Técnica N° 36 D.E. 15 de Almirante Guillermo Brown y jugaba al fútbol en el Club Atlético Excursionistas, en el barrio porteño de Belgrano. La última vez que fue visto vestía el uniforme escolar. Su familia realizó la denuncia el mismo día de la desaparición, pero la policía la desestimó y caratuló el caso como "fuga de hogar", lo que dificultó cualquier investigación seria en su momento.

Durante décadas, sus padres lo buscaron sin éxito. Su padre, que falleció en un accidente, sostenía que su hijo había sido secuestrado por una secta, mientras que su madre, aún con vida, recibió la confirmación de la identidad a través de sus otros hijos.

La causa se encuentra en etapa de investigación, bajo la órbita del fiscal López Perrando, quien intentará ahora reconstruir los hechos: quién fue responsable del crimen, cuándo ocurrió con exactitud y si existió algún vínculo entre Diego y quienes habitaron la vivienda donde fueron encontrados sus restos.

El EAAF recordó que continúa trabajando en casos de desapariciones ocurridas en democracia. Las personas que tengan familiares desaparecidos desde 1983 hasta la actualidad pueden comunicarse al 0800-345-3236 o escribir a [email protected] para brindar información o aportar muestras para comparaciones genéticas.