
En una reciente intervención en un canal de striming partidario, el concejal Mariano Valiante y su candidato en primer lugar para las próximas elecciones Juan Cerezuela mostraron una actitud despreocupada, irónica y hasta burlona al referirse al traspaso de 10.000 cápitas de PAMI desde el Hospital Municipal Emilio Ferreyra a la clínica privada Cruz Azul.
Valiante no solo restó importancia al tema, sino que directamente se mofó del Ejecutivo Municipal por intentar visibilizar la gravedad del asunto:
“¿Cómo lloraron? ¿Cómo llora el Ejecutivo Municipal? Por Dios, estos últimos dos días he estado llorando, lágrimas, lágrimas”, ironizó el concejal, entre risas, y agregó: “El Ejecutivo abrazado a los abuelos, como dando una especie de lástima” como si atender las necesidades de los jubilados como estado municipal fuera dar “Lastima”.
Cerezuela, por su parte, desvió la atención criticando a los medios de comunicación que cubrieron el conflicto:“Cómo van a poner un titular poniendo de responsables a Valiante, al señor Martoche, y a mí, como responsables de pasar 10.000 cápitas… pero cuando dicen ‘periodistas ensobrados’, ‘pauteros de mierda’, nadie dice nada”.
Sin embargo, mientras los concejales se ríen y hacen política desde la soberbia, en la vereda de enfrente están los vecinos, los verdaderos afectados. Entre ellos, Miriam, una paciente oncológica afiliada a PAMI, quien no dudó en contar cómo fue su experiencia en el hospital municipal:
“El 18 de septiembre del año pasado me descubren cáncer de mama. El 25 ya el doctor Melo me hizo la punción y me hicieron la biopsia. El 11 de diciembre estaba operada. Todo en el hospital Ferreyra, sin pagar un centavo”, relató con claridad y emoción.
Además, destacó la humanidad del equipo de Oncología: “La calidez humana, el cariño… eso es propio de lo que necesitamos los pacientes oncológicos”.
Hoy, con las cápitas derivadas a una clínica sin recursos ni infraestructura, Miriam se enfrenta a una realidad muy distinta: “Me dijeron en PAMI que saben que Cruz Azul no tiene capacidad para atender a 10.000 personas. Esto es decadente. No tiene comparación con el hospital”.
Las declaraciones de Valiante y Cerezuela no solo evidencian una falta total de empatía, sino también una grave irresponsabilidad política. En lugar de buscar soluciones, banalizan el drama de miles de jubilados y enfermos que hoy se ven desplazados de un sistema de salud público que les garantizaba atención digna y profesional.
Mientras tanto, los vecinos como Miriam siguen esperando una respuesta concreta. No quieren risas, no quieren burlas. Quieren salud, respeto y humanidad.
Nota: Audio Mirian, gentiliza Jorge Gómez