03/09/2025

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De la Hera: "Entonces presenté la licencia; cuando vuelve a tocarme otra vez, presento la licencia; renuncia Arabarco y yo sigo con la licencia"

01/09/2025 20:11 | El candidato de la Agrupación Comunal Transformadora (ACT), Juan Pablo De la Hera, vuelve a postularse para una banca en el Concejo Deliberante, aunque su trayectoria política está marcada por una paradoja difícil de explicar: es concejal desde hace años, pero nunca ejerció plenamente su función.



En diálogo con el periodista Jorge Gómez, De la Hera confirmó lo que Necochea Digital había adelantado: cada vez que le correspondió reemplazar a Juan Pedro Arabarco, pidió licencia, dejando que el cargo sea ocupado por Rosario Roldán.

Los textuales que lo delatan:
“Yo juro para poder ser reemplazo de (Arabarco) en algún momento y tener esa herramienta, no dejar la banca vacía”, explicó De la Hera en la entrevista. Sin embargo, su historial muestra lo contrario: transformó la licencia en una práctica sistemática.

El propio candidato detalló:
“Cuando Juan Pedro pasa a la Secretaría de Salud me preguntan a mí, bueno, quién sigue en la lista. Yo no voy a hacer uso de la banca, entonces presenté la licencia. (…) Cuando vuelve a tocarme otra vez, presento la licencia en mesa de entradas. (…) Cuando Juan Pedro renuncia definitivamente, me dicen ‘te toca a vos’, y yo sigo con la licencia: que siga Rosario”.

Sus palabras confirman lo que los documentos oficiales muestran: un reiterado desistimiento de ocupar el cargo para el que fue electo, amparado en sucesivas notas de licencia.

Licencias en serie y una candidatura testimonial

La cronología expuesta por Necochea Digital revela un patrón claro:

  • 23 de mayo de 2024: primer pedido de licencia para no reemplazar a Arabarco.

  • Agosto de 2024: ante una nueva licencia del concejal, De la Hera lo reemplaza por unos meses; en noviembre vuelve a pedir licencia.

  • Noviembre de 2024: tras la renuncia definitiva de Arabarco, se le notificó que debía asumir. Otra vez pidió licencia.

  • 2025: continúa estirando licencias hasta cubrir prácticamente todo su mandato, incluyendo períodos de febrero, junio y hasta diciembre.

En otras palabras, De la Hera seguirá de licencia hasta el final de su mandato, convirtiendo el uso de la licencia en un deporte político.

Ante este panorama, la pregunta es inevitable: ¿qué sentido tiene su candidatura si ya tuvo la oportunidad de ser concejal y eligió no ejercer?

La banca no tiene nombre, ¿pero tampoco compromiso?

Consultado sobre las críticas a su rol testimonial, De la Hera afirmó:
“La banca no tiene nombre, es del partido.”

La frase genera más dudas que certezas: si la banca es del partido y no del candidato, ¿por qué insiste en postularse nuevamente con su nombre en la boleta?

Entre el bolsillo y la representación

Según versiones del ámbito político, De la Hera habría justificado en privado sus licencias con un argumento brutalmente honesto: ser concejal “le hacía perder plata”, ya que ganaba más trabajando como guardavidas. Hoy, pese a esa confesión, busca la reelección como concejal, aunque en los hechos nunca ejerció realmente el cargo.

¿Oportunismo político?

La situación deja a la ACT atrapada en su propia contradicción: postula para la reelección a un dirigente que convirtió su banca en un asiento vacío.

El electorado enfrenta un dilema: votar por alguien que promete “lo que va a hacer” cuando sea concejal, pese a haber tenido ya el cargo y no haber querido ejercerlo ni un solo período completo.

La conclusión parece inevitable: el caso De la Hera es un símbolo de la desvalorización de la representación política, donde el compromiso ciudadano se diluye frente a cálculos personales y conveniencias económicas.