
En un comunicado titulado “Un freno al desborde”, Kicillof cuestionó la decisión de llevar adelante el acto en un distrito donde, según advirtió, no existen las condiciones de seguridad necesarias y alertó sobre los riesgos de incidentes.
“Con escasa anticipación, nos enteramos de que La Libertad Avanza decidió hacer su cierre de campaña en Moreno. Tienen todo el derecho a hacer campaña, pero esta convocatoria tiene aspectos muy extraños y sospechosos”, señaló el mandatario provincial.
El gobernador indicó que el lugar elegido “no está preparado para un acto de estas características”, y lo vinculó a personas con antecedentes delictivos y advertencias previas de posibles hechos violentos.
Kicillof recordó antecedentes recientes en Lomas de Zamora, Junín y Corrientes, donde se produjeron desbordes en actividades del presidente Javier Milei. “Lo vimos hace pocos días en Lomas: una caravana organizada para provocar, con una sospechosa desprotección del propio Presidente. De no haber actuado con responsabilidad la Policía Bonaerense, la situación habría sido mucho más caótica”, afirmó.
Además, denunció que el oficialismo nacional utiliza la violencia como táctica electoral:
“Para ellos, el caos y la violencia son una herramienta, una estrategia de comunicación. Incapaces de ganarse el afecto de la gente, recurren al miedo”.
Kicillof pidió a la comunidad no exponerse a provocaciones y canalizar su enojo en las urnas. “Hay miles de razones para querer expresar enojo a un Presidente que no hizo nada por Moreno. Pero el verdadero modo de expresar ese enojo no es con gritos ni con piedras: es con votos el domingo”, enfatizó.
El mandatario provincial cerró con una advertencia contundente:
“Hago responsable a Javier Milei de cualquier hecho de desorden o violencia que pueda producirse. Hace falta responsabilidad y apego a la democracia, dos cualidades que le faltan a este presidente”.
Con el escenario electoral cada vez más caliente, el cruce entre Provincia y Nación escala en un terreno sensible: la seguridad de los actos políticos y el riesgo de que la campaña se convierta en una espiral de provocaciones y desbordes.