
La provincia de Buenos Aires volvió a ser epicentro político tras las elecciones legislativas. El gobernador Axel Kicillof habló desde el búnker de Fuerza Patria en La Plata, rodeado de intendentes, funcionarios y candidatos, luego de confirmarse la victoria del peronismo por más de 13 puntos sobre La Libertad Avanza. La jornada electoral dejó un saldo contundente para el oficialismo provincial: se impuso en 99 municipios y en 6 de las 8 secciones electorales, lo que consolidó la centralidad bonaerense en el mapa político nacional.
El mandatario abrió su discurso con un extenso agradecimiento a los votantes y militantes. “Este es un triunfo de los bonaerenses para todo el país. Veníamos a ponerle un freno al gobierno de Milei y hoy empezamos a recorrer otro camino”, expresó, mientras la militancia coreaba “Borom Bom Bom, es para Axel la conducción”, una consigna que lo ubica como referencia interna del peronismo más allá de los límites provinciales.
El tono del discurso combinó celebración con advertencias al gobierno nacional. “Yo sé que nuestro pueblo la está pasando mal, pero permitámonos disfrutar de esta alegría reparadora y necesaria. Nos arrebataron 12 millones de pesos, nos atacaron e insultaron, pero nosotros respondimos con trabajo. Veníamos a demostrar que había otro camino posible y lo logramos”, sostuvo Kicillof, en clara alusión a los recortes de fondos y a las tensiones con la Casa Rosada.
El gobernador pidió públicamente a Javier Milei una convocatoria institucional. “Milei, el pueblo te dio una orden: no podés gobernar para los de afuera, para las corporaciones, para los que más tienen. Escuchá al pueblo. Espero el llamado, tené el coraje de trabajar y ponernos de acuerdo. No se puede gobernar más con odio, maltrato o insultos”, lanzó.
En la misma línea, planteó que el resultado electoral obliga al oficialismo nacional a revisar su rumbo. “Los votos dejaron muy en claro que no se le pueden quitar los recursos a las provincias. No se puede seguir con indiferencia frente a los problemas de la gente. Este triunfo es una señal clara para que el Presidente rectifique”, afirmó.
El acto en La Plata también tuvo un momento de fuerte simbolismo: Cristina Fernández de Kirchner envió un mensaje grabado desde su domicilio en Recoleta, donde cumple prisión domiciliaria. “Decidieron ponerle un límite a un presidente que no parece comprender que tiene que gobernar para todos. El Presidente tiene la responsabilidad de escuchar al pueblo de la provincia. Ruego a Dios que le dé la serenidad y la sabiduría para hacerlo”, expresó la ex mandataria. En su saludo también felicitó a los candidatos de Fuerza Patria, a Sergio Massa, a Juan Grabois, a Máximo Kirchner y al propio gobernador.
Kicillof, por su parte, insistió en que no se trata de un triunfo sectorial, sino de una construcción amplia. “Ganamos sumando fuerzas, y vamos a seguir sumando dentro y fuera del peronismo. Lo peor sería tomar esta victoria con soberbia. Hay que construir una alternativa de futuro para la Argentina”, señaló, en un mensaje que buscó trascender el plano bonaerense y abrir proyección nacional hacia 2027.
Sobre el cierre, el gobernador remarcó que “con este resultado queda confirmado que hay otro camino” y que la provincia será “un escudo y una red para defender a los bonaerenses”. La militancia volvió a corear por su liderazgo, en un clima de euforia que reflejó tanto la dimensión electoral del triunfo como las tensiones abiertas hacia adelante: la relación con el gobierno nacional, la disputa interna en el peronismo y la definición de nuevas referencias políticas en la Argentina.