
Al ingresar al establecimiento, el gerente Carlos Torres advirtió el faltante de mercadería y vehículos. “Cuando llegué me encontré con la luz cortada, la oficina revuelta, faltaban cigarrillos y también dos camionetas que estaban en la cochera”, relató a la prensa.
De acuerdo a los primeros indicios, los delincuentes accedieron al predio a través de una chapa removida en el techo. Las cámaras de monitoreo permitieron reconstruir que el operativo comenzó el sábado a la noche, cuando los intrusos cortaron el suministro eléctrico para anular el sistema de alarma.
“El corte fue detectado el domingo a la mañana, pero la batería de respaldo funcionó hasta el lunes a las 5.25, cuando finalmente quedó fuera de servicio. Ahí pudieron actuar sin resistencia”, explicó Torres.
Los asaltantes se alzaron con dos camionetas cargadas de cigarrillos y mercadería. Si bien la pérdida total aún se evalúa, se estima que además de tabaco se llevaron golosinas y otros productos de alto valor comercial. En cuanto al dinero en efectivo, el empresario aclaró que “se llevaron muy poca plata, porque acá nunca queda: siempre se deposita en el banco por buzón”.
El hecho generó preocupación entre comerciantes y vecinos, no solo por la magnitud del robo sino también por la planificación del golpe, que habría requerido varios días de logística. La policía trabaja sobre las filmaciones y en la reconstrucción de la ruta de escape de los delincuentes, mientras que la Justicia intenta establecer si el hecho contó con apoyo logístico desde adentro.