
En el búnker de Gonnet, Milei le dio un gesto de respaldo al asesor al ubicarlo a su lado, tras semanas en las que Karina Milei había monopolizado la conducción. El presidente y sus ministros escucharon a Caputo, que denunció que la estrategia electoral fue mal diseñada: se desplazó a jóvenes candidatos para dar lugar a dirigentes de “la tercera edad” y con pasado kirchnerista.
Los resultados acompañaron la crítica. Mientras en Bahía Blanca y Quilmes el desempeño libertario fue mejor al esperado, en distritos vecinos como Berazategui, Avellaneda o Florencio Varela la derrota fue abrumadora, con diferencias de hasta 40 puntos. En Junín, además, el peronismo consiguió una victoria histórica tras medio siglo, en un escenario marcado por lo que Caputo calificó como “fiscalización deficiente” y un “mal acuerdo con el PRO”.
El cuestionamiento alcanza también a Cristian Ritondo y Diego Santilli, con quienes no oculta diferencias desde que se fotografiaron junto a los Menem, Pareja y Karina Milei en julio. Para el asesor, esa estrategia dilapidó el capital político libertario y dejó al gobierno sin estructura territorial.
Caputo busca reinstalar el “Triángulo de Hierro” junto a los hermanos Milei y desplazar a los Menem de la mesa de decisiones. El propio Milei parece haber tomado nota: a Martín Menem lo trató con frialdad en público y a “Lule” Menem ya lo había cuestionado tras el fracaso en Corrientes. Pareja, en cambio, podría sobrevivir por el peso de su bloque legislativo, aunque con tensiones crecientes.
Uno de los laderos del asesor fue claro: “Después del sacudón, el martes todos tienen que hacer fila para sentarse en una mesa encabezada por Santiago”. Tras una derrota que lo revivió políticamente, Caputo ahora quiere ser el arquitecto de la campaña que defina el futuro de Javier Milei en octubre.