
Aunque en un primer momento circularon rumores sobre un meteorito, especialistas confirmaron que se trató de un bólido, es decir, un meteoro de gran tamaño que al ingresar en la atmósfera se fragmenta y produce un destello luminoso que puede durar varios segundos.
El Observatorio Astronómico de Córdoba explica que los bólidos son “meteoros extremadamente brillantes que generalmente explotan en la atmósfera debido a la gran velocidad y la fricción”. Suelen generar un sonido estruendoso y, en algunos casos, dejan fragmentos que llegan a la superficie terrestre en forma de meteoritos.
En esta oportunidad, el fenómeno fue visible no solo en Bahía Blanca, sino también en sectores de La Pampa y el sudeste de Río Negro. A pesar del impacto visual, no se reportaron incidentes ni daños materiales.
El paso de esta luz también abrió el debate sobre la basura espacial, dado que gran parte de los objetos que reingresan a la atmósfera corresponden a restos de satélites y cohetes. La astrónoma Cecilia Valenti recordó que “el 94% de los objetos que orbitan la Tierra son desechos” y, aunque la mayoría se desintegra al reingresar, advirtió que “la posibilidad de que un fragmento cause daños es baja, pero está en aumento”.
El bólido del sábado se suma a la lista de fenómenos naturales que en los últimos años sorprendieron a Bahía Blanca. Esta vez, quedó en la memoria colectiva y en la viralización en redes sociales, pero también sirvió para reforzar la importancia de diferenciar entre un meteoro natural y los riesgos derivados del tráfico espacial.