
Las negociaciones, en las que intervienen directamente el ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo, y el propio Presidente, se aceleraron en las últimas semanas. Incluso Milei confirmó las charlas con Washington, que considera a la Argentina su principal aliado en la región bajo la administración republicana de Donald Trump.
El contexto es crítico: la semana pasada el Banco Central debió vender más de USD 1.100 millones en apenas tres días para sostener el techo de la banda cambiaria, una estrategia cada vez más cuestionada por los mercados. La incertidumbre electoral y la reciente derrota oficialista en la provincia de Buenos Aires potenciaron la presión sobre el dólar.
El megapréstamo sería una herramienta clave no solo para fortalecer reservas y dar señales de solvencia a los bonistas, sino también para contener el clima político y económico en plena campaña. No obstante, especialistas advierten que el anuncio podría demorarse y que el tiempo juega en contra de la estrategia oficial.
Milei se reunirá este martes con Trump en Nueva York, en el marco de la Asamblea General de la ONU. El encuentro será seguido de cerca por los mercados, que esperan una señal concreta de apoyo financiero.
Mientras tanto, la economía atraviesa una recesión marcada por altas tasas, caída del consumo y dificultades productivas, aunque el Gobierno apuesta a una mejora para 2026 por la cosecha agrícola y el superávit energético.
La pulseada por el dólar, sin embargo, se definirá en el corto plazo. Y la llave, según la Casa Rosada, está en Washington.