
La medida, que se había anunciado con vigencia hasta el 31 de octubre, en la práctica solo se sostuvo durante 72 horas, período en el cual las principales exportadoras liquidaron cerca de 7.000 millones de dólares que el Ejecutivo necesitaba con urgencia para contener la tensión cambiaria.
“Esto fue una decisión de corte financiero para tapar un incendio, el viernes negro que estábamos teniendo, y la tensión cambiaria de raíz política que tiene Argentina. Me parece claro que fue una negociada con un sector de la exportación para captar esos dólares”, expresó Rotondo en declaraciones a Radio Rivadavia.
El dirigente rural remarcó que el productor primario quedó fuera de los beneficios y solo se favoreció un eslabón de la cadena de valor. “El productor se sintió defraudado. Medidas temporales como estas no construyen confianza. Sirvieron únicamente para tapar un incendio, pero no generan producción”, aseguró.
Además, lamentó lo que consideró una gestión “torpe” de la medida, que se enfocó exclusivamente en la soja y dejó de lado otros cultivos. “Fue una burla: en 72 horas se logró que haya más de 14 millones de toneladas en el curador, pero no hubo un impacto real en la producción”, sostuvo.
Finalmente, Rotondo advirtió que este tipo de decisiones genera una “ruptura en la confianza” entre el campo y el Gobierno. “Necesitamos medidas de corte productivo y no coyuntural, que permitan reconstruir la credibilidad y pensar en el futuro”, concluyó.