Lo que debía ser una fiesta deportiva y una oportunidad de encuentro para las familias terminó en incidentes que desataron la indignación de los presentes y de la comunidad futbolera necochense.
Si bien aún no se dieron a conocer detalles oficiales sobre el origen del conflicto, testigos señalaron que hubo discusiones y empujones entre mayores, en una situación totalmente alejada del espíritu deportivo y formativo que debe primar en las categorías infantiles.
Desde distintas instituciones deportivas locales expresaron su repudio ante lo ocurrido y llamaron a reflexionar sobre la responsabilidad de los adultos en el acompañamiento de los más chicos.
El episodio reabre el debate sobre la necesidad de reafirmar los valores del respeto, la tolerancia y el juego limpio en el fútbol infantil, para que los niños y niñas puedan disfrutar del deporte sin violencia ni mal ejemplo.
Las autoridades de la Liga Necochea de Fútbol analizan posibles medidas disciplinarias y no se descarta que se convoque a ambos clubes para abordar el hecho y prevenir nuevas situaciones similares.