El Xeneize fue claramente superior a su clásico rival y dominó gran parte del encuentro, generando varias situaciones de gol que podrían haber ampliado aún más la diferencia. Exequiel Zeballos fue la gran figura de la tarde: abrió el marcador con una definición precisa y luego asistió a Miguel Merentiel para el segundo tanto, sellando el 2 a 0 definitivo.
El conjunto dirigido por Diego Martínez mostró solidez, orden y contundencia en los momentos decisivos, mientras que River, sin reacción, volvió a mostrar falencias defensivas y falta de conexión en ataque.
Con este triunfo, Boca no solo se quedó con el Superclásico, sino que también garantizó su participación en la Copa Libertadores 2026, un objetivo que el club había perseguido con intensidad en las últimas fechas del torneo.
La Bombonera fue una fiesta: el público celebró con cánticos y banderas una victoria que consolida el buen momento del equipo y le permite soñar con volver a ser protagonista en el plano internacional.