Según explicó el funcionario judicial, el principal sospechoso ya había sido indagado por el delito de homicidio el día anterior, “a pesar de que no teníamos la certeza de que haya terminado con la vida de Débora”, aunque aclaró que “había indicios de que ese era el triste resultado de esta causa”.
Pierreztegui indicó que el hombre “estuvo asistido por un abogado de una clínica” y que “se le había solicitado realizar una pericia psiquiátrica o psicológica, pero la misma no se concretó”. Además, detalló que “teníamos el teléfono secuestrado” y que “no fueron las cámaras, no fueron las líneas que va a tener”.
En ese sentido, el fiscal confirmó que el teléfono celular de Débora aún no fue hallado, pero que el acusado “colaboró voluntariamente entregando el patrón de desbloqueo de su propio teléfono”, del cual se extrajo información relevante para la investigación. “Del teléfono de él salieron mensajes de texto y de WhatsApp hacia Débora, en horas de la madrugada del domingo 9”, precisó.
Por último, el fiscal señaló que se espera el resultado de la autopsia para determinar con exactitud la causa y el momento de la muerte. “Hay que esperar la recepción del informe, pero el cuerpo fue encontrado sobre tierra, en el lugar donde estaba camuflado entre los pastos y envuelto en una bolsa de dormir”, concluyó Pierreztegui.