Entre los destinos con mayor movimiento volvió a sobresalir Necochea, que se ubicó entre los elegidos de la Costa Atlántica junto a Mar del Plata, Pinamar, Cariló, Villa Gesell y Mar de las Pampas.
A nivel nacional, el gasto total alcanzó $355.789 millones, un 34% más en términos reales que en 2024, impulsado por el incremento del caudal turístico y la extensión del descanso a cuatro días. La estadía promedio fue de 2,3 noches, un 15% más que el año pasado, gracias a un clima templado y a una amplia variedad de propuestas en todo el país.
La Costa volvió a ser una de las regiones más concurridas. Mar del Plata superó el 75% de ocupación hotelera, Pinamar llegó al 66,7% y Necochea se consolidó como una de las opciones más elegidas por familias y jóvenes, según el flujo vehicular registrado en las rutas y los datos aportados por los municipios turístico-costeros.
El tránsito hacia la Costa Atlántica evidenció el movimiento: en la Autovía 2 se superaron los 2.500 vehículos por hora, mientras que en la Ruta 11 se registraron más de 2.100 autos por hora, un caudal típico de fines de semana de alta temporada.
Otros destinos con fuerte impacto turístico fueron Córdoba, Iguazú, Mendoza, las termas de Entre Ríos, Bariloche, Salta, Tucumán y los corredores serranos bonaerenses —como Tandil— además de los clásicos patagónicos: El Calafate, El Chaltén, Puerto Madryn y Los Antiguos.
En tanto, la Ciudad de Buenos Aires registró un récord histórico de ocupación hotelera, alcanzando el 94% y recibiendo a más de 120.000 visitantes, con un gasto estimado de $40.500 millones.
El gasto promedio diario por persona fue de $91.317, un 3,7% menor en términos reales frente a 2024, aunque compensado por la mayor cantidad de turistas y la extensión de las estadías. Según el Instituto de Economía de la UADE, una familia tipo necesitó en promedio $1.156.988 para viajar, cifra que representa el 74% del salario promedio calculado por Ripte.
Con el de noviembre, ya son casi 12 millones de turistas los que viajaron en los siete fines de semana largos de 2025, generando un impacto económico de $2,7 billones (USD 1.944 millones). El clima favorable, la oferta cultural y gastronómica y la diversidad de destinos explican la recuperación sostenida del turismo interno.
En ese mapa nacional de movimiento, Necochea volvió a ocupar un lugar destacado, consolidándose como un destino elegido y competitivo dentro de la Costa Atlántica.