Desde Casa Rosada fueron tajantes: solo habilitarán rollovers, es decir, refinanciar vencimientos ya emitidos, pero no permitirán la obtención de recursos frescos.
La decisión del Ejecutivo nacional reaviva la tensión entre Milei y Kicillof. Amparado en la Ley de Responsabilidad Fiscal, el Gobierno considera que el endeudamiento impulsado por la Provincia podría comprometer el equilibrio fiscal.
El ministro de Economía, Luis Caputo, sostuvo que la iniciativa “intenta aumentar el gasto por encima de la inflación” y que no se permitirá ningún movimiento que implique incrementar el pasivo bonaerense.
Caputo remarcó la diferencia central:
Refinanciar deuda a mejores tasas: sí.
Tomar deuda nueva que genere más obligaciones: no.
“Renegociar deuda está bien, siempre que sea a una tasa más barata”, señalaron desde la administración libertaria.
El referente de La Libertad Avanza en la provincia, Sebastián Pareja, aseguró que Milei no acompañará el endeudamiento y cuestionó duramente al gobernador:
“Kicillof puso toda la carne en el asador para tener una Provincia endeudada por dos años y apuntar a su carrera presidencial”, dijo, y agregó que la medida provincial “es como tirarle nafta a una casa ya incendiada”.
En paralelo, el jefe de Gabinete Manuel Adorni informó que el Consejo de Mayo propone reforzar por ley que ninguna provincia pueda pedir autorización para endeudarse si registra déficit primario, salvo para cubrir vencimientos ya existentes.
Mientras continúa la disputa, el Gobierno nacional mantiene su política de evitar el diálogo directo con la administración bonaerense, pese a que sí abrió conversaciones con otros gobernadores por el Presupuesto 2026 y el paquete de reformas.
El futuro financiero de la Provincia queda ahora condicionado a la decisión nacional: Kicillof podrá refinanciar, pero no ampliar su deuda.