Según informó la entidad monetaria, desde el primer mes del próximo año las bandas se moverán de acuerdo con el Índice de Precios al Consumidor (IPC) publicado por el Indec. El primer ajuste tomará como referencia el dato de noviembre, que fue del 2,47%, porcentaje que se aplicará tanto al piso como al techo del esquema.
Hasta ahora, el deslizamiento del 1% mensual había quedado por debajo de la inflación, lo que generaba un atraso real en la actualización de las bandas. Con la nueva metodología, el Banco Central busca corregir ese desfasaje y otorgar mayor flexibilidad al sistema cambiario.
En la práctica, la banda superior subirá un 2,47%, mientras que la inferior se ajustará en igual proporción hacia abajo, ampliando el rango de flotación del dólar. Actualmente, el esquema se mueve entre $921,20 y $1.518,52.
El presidente del BCRA, Santiago Bausili, explicó que el ajuste por inflación “no implica que la inflación vaya a ser mayor o menor”, sino que apunta a reducir la incertidumbre y darle mayor previsibilidad al mercado. Además, remarcó que las bandas seguirán cumpliendo su función de limitar movimientos bruscos y extremos del tipo de cambio.
Junto con la recalibración del esquema cambiario, el Banco Central anunció un nuevo programa de compra de divisas para fortalecer las reservas internacionales. A diferencia de lo que ocurría hasta ahora, el BCRA podrá comprar dólares incluso cuando el tipo de cambio se ubique dentro de las bandas, y no solo cuando toque el piso.
El objetivo es avanzar en la acumulación de reservas, una demanda recurrente del Fondo Monetario Internacional (FMI) y de economistas de distintas corrientes. Según estimaciones oficiales, si la demanda de dinero aumenta del 4,2% al 4,8% del PBI hacia diciembre de 2026, el Central podría adquirir hasta USD 10.000 millones. En un escenario de mayor remonetización, el monto podría escalar a USD 17.000 millones.
Desde la autoridad monetaria aseguraron que la estrategia evitará desajustes por emisión. El BCRA mantendrá un sesgo que no requiera esterilizaciones sostenidas, siempre que la demanda de dinero evolucione según lo previsto. En caso contrario, se aplicarán correcciones.
En cuanto a la operatoria diaria, las compras de divisas no superarán inicialmente el 5% del volumen negociado en el mercado cambiario, con el fin de evitar impactos abruptos en los precios. No obstante, el Central se reserva la posibilidad de realizar compras en bloque si fuera necesario para preservar la estabilidad del mercado.
Con estas medidas, el Gobierno busca dar mayor previsibilidad al esquema cambiario, fortalecer las reservas internacionales y consolidar el proceso de ordenamiento macroeconómico de cara a 2026.