La temporada estival aún no comenzó formalmente, pero la costa bonaerense ya ha mostrado su cara más hostil.
En las últimas semanas, una serie de rescates de alto riesgo y desenlaces fatales en distintos puntos de la Provincia han encendido las alarmas.
El principal responsable no es siempre la imprudencia, sino un enemigo silencioso: la corriente de retorno, popularmente conocida como «chupón».
Alejandro Mittica, guardavidas y profesor de Educación Física, advierte que el mar ha cambiado: «Hay más inestabilidad y cambios bruscos».
Según el experto, la mayoría de los incidentes ocurren por el desconocimiento de este fenómeno que actúa como una cinta transportadora hacia mar adentro.
Lo más peligroso de estas corrientes es que se manifiestan donde el agua parece más tranquila. Un «chupón» es un canal estrecho de agua que fluye rápidamente desde la orilla hacia el interior del mar.
La prevención comienza en la arena. Mittica describe cuatro señales visuales para detectar un posible «chupón»:
Si el mar comienza a arrastrarte, el pánico es el principal enemigo. La regla de oro es nunca nadar de frente hacia la orilla, ya que el agotamiento físico es inmediato y la corriente siempre ganará.
La maniobra correcta:
- Mantener la calma: La corriente no te hunde, solo te aleja.
- Nadar en paralelo: Desplazarse hacia los costados (hacia la zona donde sí rompen las olas) para salir del canal de succión.
- Regresar en diagonal: Una vez fuera del «chupón», usar la fuerza de las olas para volver a la arena.
- Pedir ayuda: Si no logras salir, mantente a flote y levanta un brazo para avisar a los guardavidas.
Con el fin de evitar tragedias, las autoridades de seguridad balnearia insisten en:
«El conocimiento es el mejor salvavidas», concluye Mittica. Entender que el sector más ‘manso’ de la playa puede ser el más peligroso es la clave para disfrutar de la Costa Atlántica con responsabilidad.
Por Gabriela Edith Lorenzo
Fuente: AhoraInfo