
* por Quimey Marfil
Luego del Mundial celebrado en Argentina cuatro años antes, la Copa del Mundo de 1982 volvía a cruzar el charco para que España organizase el máximo evento del fútbol mundial. Para el país ibérico era la primera gran oportunidad de mostrar al mundo una imagen nueva luego de los casi 40 años de dictadura franquista. Para este torneo se amplió el cupo de selecciones y, por primera vez, la fase final contaría con la participación de 24 selecciones, por lo cual debió modificarse también el modo de disputa: los equipos fueron divididos en seis zonas de cuatro equipos, de las cuales clasificarían los dos primeros a la segunda fase; en ella, los 12 conjuntos se dividirían en cuatro zonas de tres, y luego de enfrentarse todos contra todos los ganadores de cada una clasificarían a las semifinales y luego a la final. Además de incrementarse el número de selecciones, se amplió también la cantidad de estadios, de los 6 que habían sido sede en Argentina ’78 se pasó a 17 estadios en 14 ciudades, un récord que aún hoy se mantiene.
La ampliación del cupo de participantes permitió que nuevas selecciones clasificasen al Mundial. En esta edición hubo cinco países debutantes: Argelia, Camerún, Honduras, Kuwait y Nueva Zelanda. Entre las sorpresas, la ausencia más notable fue la de Holanda, finalista en los últimos dos mundiales que se vio superada en las eliminatorias por Francia y Bélgica. El 16 de enero de 1982, en el Palacio de Congresos de Madrid se realizó el sorteo en el cual se designaron seis cabezas de serie: España, como país anfitrión, y las cinco selecciones que habían obtenido al menos un Mundial, Argentina, Brasil, Alemania Federal, Italia e Inglaterra, que volvía luego de su ausencia en las dos copas anteriores. El otro campeón, Uruguay, volvió a quedar afuera en las eliminatorias.
El 13 de junio de 1982 a las 21, en un Camp Nou remodelado y ampliado especialmente para la ocasión, se puso en marcha la XI Copa del Mundo. El partido inaugural lo disputaron Argentina y Bélgica. Argentina era uno de los grandes candidatos a quedarse con el torneo, mantenía la base de jugadores que habían ganado el torneo cuatro años antes, a quienes se sumaba Diego Armando Maradona, que con 17 años había quedado fuera del plantel en 1978. Sin embargo, rápidamente se vio que esta selección no era la misma del Mundial anterior, y en un partido mal jugado se vio derrotada por 1 a 0. La albiceleste integraba el grupo 3 junto con Bélgica, Hungría y El Salvador. En el otro partido de la primera fecha se dio la mayor goleada de la historia de los mundiales luego de que la selección húngara derrotara por 10 a 1 al débil combinado centroamericano. La alegría no le duró mucho a los húngaros, el equipo de Menotti se repuso de su derrota inicial y derrotó a Hungría por 4 a 1 con dos goles de Maradona, uno de Bertoni y otro de Ardiles. En la última fecha los goles de Pasarella y Bertoni le dieron el triunfo al conjunto nacional por 2 a 0 ante El Salvador y la clasificación a la segunda ronda junto a Bélgica.
El grupo 1 lo conformaron Italia, Polonia, Perú y Camerún. Italia era la favorita, pero clasificó a la siguiente ronda sin convencer a nadie luego de tres empates consecutivos. Los ganadores del grupo fueron los polacos que luego de dos empates golearon a Perú en la última fecha y lideraron el grupo. En el grupo 2 se daría una de las situaciones más escandalosas de la historia de los mundiales y que motivaría el cambio de reglas a partir del siguiente mundial. El grupo estuvo integrado por Alemania, Austria, Chile y Argelia. Los argelinos dieron la sorpresa en el debut y vencieron a los ex campeones del mundo, mientras que Austria derrotó a la selección chilena. En la segunda fecha los alemanes se recuperaron y golearon a Chile mientras que Austria ratificó su buen momento y derrotó a Argelia. Los partidos de la última fecha se jugaron en días diferentes, el 24 de junio Argelia y derrotó a Chile y quedó a la expectativa de lo que sucediera al día siguiente entre los conjuntos europeos. Alemania necesitaba ganar sí o sí para no quedar eliminada, y en uno de los partidos más bochornosos que se recuerde los alemanes derrotaron a los austríacos por 1 a 0 en un encuentro en el que los austríacos no tuvieron ninguna llegada al arco rival y ambos seleccionados se limitaron a pasarse pasivamente la pelota ante el abucheo generalizado del público presente. A raíz del escándalo, para la siguiente Copa del Mundo, la FIFA tuvo que establecer que los partidos de la última fecha de cada grupo deben disputarse el mismo día y a la misma hora para evitar este tipo de arreglos.
Inglaterra, Francia, Checoslovaquia y Kuwait compartieron el grupo 4. El grupo fue dominado por los ingleses que ganaron sus tres encuentros. El otro clasificado fue Francia que, luego de la derrota inaugural ante Inglaterra se recuperó y goleó 4 a 1 a la debutante Kuwait. En ese partido se dio una de las situaciones más peculiares del certamen: la selección francesa convirtió un gol que suponía el 4 a 1 en su favor pero, mientras los jugadores franceses festejaban una nueva conquista, bajó al campo de juego el jeque kuwaití Fahd Al-Ahmad y, argumentando que un pitido proveniente de la tribuna había confundido a los jugadores kuwaitíes, le exigió al árbitro que anulara el gol. Luego de una extensa discusión, el árbitro soviético Miroslav Stupar cedió ante las presiones del jeque y decidió anular el tanto, además de expulsar al técnico francés a raíz de sus protestas. Posteriormente la FIFA decidió suspender de por vida al colegiado soviético.
El grupo 5 nucleó a otras tres selecciones europeas, España, Yugoslavia e Irlanda del Norte, junto a la debutante Honduras. Los anfitriones decepcionaron y apenas pudieron clasificar luego de empatar ante Honduras, vencer por la mínima a Yugoslavia y caer derrotados ante Irlanda del Norte. Con una victoria, un empate y una derrota igualaron en puntos y diferencia de gol con los yugoslavos y sólo clasificaron gracias a tener un gol más a favor. El grupo lo lideró Irlanda del Norte luego de una victoria y dos empates. En un grupo por demás aburrido el dato más destacado fue la presencia en el seleccionado norirlandés del joven Norman Whiteside quien, hasta el día de hoy, ostenta el récord como el jugador más joven en disputar un partido de una Copa del Mundo con 17 años y 41 días, superando el récord que tenía Pelé (fue en lo único que logró superarlo).
En el grupo 6 se vio lo más vistoso de la primera fase gracias al gran juego mostrado por la selección brasilera dirigida por Telé Santana y liderada por Zico, Sócrates y Falcao. Los brasileros derrotaron 2 a 1 a la URSS y golearon 4 a 1 a Escocia y 4 a 0 a Nueva Zelanda, convirtiéndose en los grandes favoritos a quedarse con el título. Los otros clasificados fueron los soviéticos que superaron por diferencia de gol a los escoceses.
Para la segunda fase los 12 seleccionados clasificados fueron divididos en cuatro grupos de tres. En el grupo A se encontraron tres selecciones europeas, ninguna de las cuales aparecía como favorita a ganar el Mundial: Polonia, Bélgica y la URSS. Los belgas fueron los más débiles del grupo y cayeron en los dos primeros partidos, 3-0 frente a Polonia y 1-0 ante la URSS. El empate en la última fecha entre polacos y soviéticos dio la clasificación a los primeros por diferencia de gol. En el grupo B se ubicaron otros tres conjuntos europeos: España, Inglaterra y Alemania. Alemanes e ingleses no se sacaron ventajas en el primer encuentro, mientras que los locales volvieron a decepcionar y fueron derrotados por los alemanes en la segunda fecha. Un nuevo empate, esta vez entre España e Inglaterra dejó fuera de competencia a los ingleses y le dio la clasificación a Alemania. El grupo C fue el más atractivo, con la presencia de tres selecciones campeonas del mundo: Argentina, Brasil e Italia, aunque los brasileros eran los únicos que habían demostrado buen nivel de juego en la primera fase. La primera fecha enfrentó a italianos y argentinos, con triunfo de la “azzurra” por 2 a 1. Argentina estaba obligada a ganarle a Brasil en la segunda fecha y esperar un triunfo brasilero sobre los italianos para soñar con la clasificación, pero Brasil volvió a mostrar todo su potencial y derrotó en un gran partido a la albiceleste por 3 a 1. A Brasil le alcanzaba con un empate en el último partido para meterse entre los cuatro mejores del Mundial, y por lo mostrado previamente todos daban por descontado un triunfo de la verdeamarelha, pero en el partido decisivo apareció la mejor versión de Paolo Rossi, el goleador del certamen, que con tres goles le dio la victoria a Italia por 3 a 2 y dejó afuera del torneo a los grandes candidatos. Por último, en el grupo D, Francia no tuvo inconvenientes para acceder a semifinales luego de derrotar en la primera fecha a Austria por 1 a 0 y golear a Irlanda del Norte por 4 a 1.
Las semifinales emparejaron a Italia y Polonia por un lado, y a Francia y Alemania por el otro. Nuevamente Paolo Rossi, que antes del mundial había cumplido dos años de suspensión por haber aceptado sobornos de la mafia italiana para arreglar partidos, apareció en el momento decisivo y se reivindicó ante su público convirtiendo los dos goles que metieron a su selección en una nueva final del mundo. La otra semifinal fue el partido más emotivo de esta Copa del Mundo. Los primeros 90 minutos finalizaron con una igualdad 1 a 1 que forzó a un tiempo suplementario. En el alargue, los franceses se pusieron en ventaja 3 a 1 y ya se veían con un pie en la final, pero los siempre duros alemanes lograron empatar el partido y obligaron a que, por primera vez en la historia, un partido mundialista se definiera por vía de los penales. Allí, los alemanes fueron más efectivos y con un 5 a 4 se metieron nuevamente en una final.
La final se disputó el 11 de julio en el Santiago Bernabéu de Madrid. El primer tiempo fue aburrido y finalizó sin goles, con la particularidad de que el defensor italiano Antonio Cabrini se convirtió en el primer futbolista en errar un penal en una final mundialista. En el segundo tiempo Italia comenzó a inclinar la cancha ante una selección alemana desgastada luego de la extenuante semifinal que habían disputado solo tres días antes ante los franceses, y a los 12 minutos del complemento el mismísimo Paolo Rossi consiguió poner en ventaja a su selección que, a partir de ahí, logró manejar el partido y ponerse 3 a 0 gracias a los goles de Tardelli y Altobelli. Un gol de Paul Breitner a 7 minutos del final sólo sirvió para maquillar el resultado. Italia ganaba por tercera vez en su historia la Copa del Mundo e igualaba el récord de Brasil. El presidente de la FIFA entregó la copa al capitán italiano, el arquero Dino Zoff que, con 40 años, se convirtió en el jugador más veterano en ganar un Mundial.