
* Por Quimey Marfil
El finalista de la última Copa del Mundo sería el encargado de organizar el Mundial en el 2006. Originalmente cinco países presentaron sus candidaturas: Alemania, Brasil, Inglaterra, Marruecos y Sudáfrica. Los brasileros retiraron su candidatura poco antes de la votación y decidieron posponerla para el 2014, apoyando públicamente la candidatura sudafricana. En las primeras dos rondas de votación fueron eliminadas las candidaturas de Marruecos y de Inglaterra, quedando Alemania y Sudáfrica como candidatas. Pese a que el presidente de la FIFA, Joseph Blatter, había apoyado la candidatura sudafricana que habría significado que por primera vez un país africano organizara un Mundial, la votación definitiva, realizada el 8 de julio del 2000, se inclinó por 12 votos a 11 en favor de Alemania. Así, Alemania se convertía en el cuarto país, tras México, Italia y Francia, en organizar dos Copas Mundiales. Un total de 12 estadios con capacidad mínima para 40.000 espectadores fueron seleccionados como sedes para al torneo.
De las 32 selecciones que participarían del campeonato, solo Alemania, como anfitriona obtuvo automáticamente la clasificación ya que, por primera vez, la FIFA había dispuesto que el último campeón debiera participar de las eliminatorias. Un total de ocho selecciones hicieron su debut en este Mundial: Angola, Costa de Marfil, Ghana, República Checa, Serbia y Montenegro, Togo, Trinidad y Tobago, y Ucrania (si bien a República Checa y Serbia y Montenegro se las consideraba sucesoras directas de los desaparecidos seleccionados de Checoslovaquia y Yugoslavia respectivamente). Entre las ausencias, el único seleccionado campeón mundial que no se clasificó fue Uruguay, que tras finalizar en 5° lugar en las eliminatorias de la Concacaf perdió por penales en el repechaje intercontinental ante Australia.
El sorteo de los grupos se realizó el 9 de diciembre de 2005 en la ciudad de Leipzig, la única de las sedes mundialistas que había formado parte de la República Democrática Alemana hasta la reunificación de los dos territorios. Los cabezas de serie fueron, junto con Alemania, Argentina, Brasil, España, Francia, Inglaterra, Italia y México, que por primera vez sería cabeza de serie en un Mundial no organizado en tierras aztecas.
El partido inaugural se jugó el 9 de junio en el flamante Allianz Arena de Münich. Otro cambio que se implementó a partir de este Mundial fue que el primer partido no sería jugado por el último campeón, como se acostumbraba desde 1974, sino por el anfitrión. De esta manera Alemania dio inicio a la XVIII Copa del Mundo con un entretenido partido en el que derrotaron 4 a 2 a la selección de Costa Rica. Ambas selecciones integraban el grupo A junto a Ecuador y Polonia. Alemania ganaría sus tres encuentros y el público comenzó a ilusionarse luego de la poca expectativa que tenían los hinchas alemanes en la previa de campeonato respecto al rendimiento de su selección. El otro clasificado fue Ecuador, que venció a Polonia y Costa Rica y obtuvo su primera clasificación a segunda ronda de un Mundial.
En el grupo B volvieron a verse las caras Inglaterra y Suecia, como cuatro años antes, pero esta vez junto a Paraguay y la debutante Trinidad y Tobago. Al igual que en 2002, ingleses y suecos fueron los clasificados, aunque sin mostrar un gran nivel. Como dato de color, en el partido que Suecia e Inglaterra igualaron 2 a 2, el delantero sueco Marcus Allbäck convirtió el gol número 2000 en la historia de los mundiales.
Argentina integró el grupo C junto a Holanda, Costa de Marfil y Serbia y Montenegro. La albiceleste hizo su debut el 10 de junio en un duro encuentro ante Costa de Marfil que finalizó con triunfo argentino por 2 a 1 con goles de Javier Saviola y Hernán Crespo. En el segundo partido se vio lo mejor de Argentina en el Mundial, y acaso el mejor rendimiento colectivo de toda la Copa. El conjunto dirigido por José Néstor Pekerman, quien llevó al Mundial a muchos jugadores a los que conocía bien de su etapa como entrenador de los seleccionados juveniles, aplastó 6 a 0 a Serbia y Montenegro, con dos goles de Maxi Rodríguez, uno de Cambiasso (luego de una excelente jugada colectiva), uno de Crespo, uno de Tévez y uno de Lionel Messi, que hizo su debut mundialista ingresando por Maxi Rodríguez en el segundo tiempo. Con dos triunfos cada uno, Argentina y Holanda se enfrentaron en la última fecha con la clasificación ya asegurada, y ambos entrenadores optaron por poner mayoría de suplentes. El empate sin goles dejó a Argentina como primera del grupo gracias a una mejor diferencia de gol.
México, Portugal, Angola e Irán conformaron el grupo D. Los portugueses fueron los dominadores ganando sus tres partidos, escoltados por México que había derrotado a Irán en el debut y sólo había conseguido un empate sin goles ante Angola en la segunda fecha.
El grupo E fue uno de los más atractivos con Italia, Estados Unidos, República Checa y Australia. Las cuatro selecciones llegaron con chances de clasificación a la última fecha. Italia se impuso a los checos por 2 a 0 y con 7 puntos lideró el grupo, mientras que Ghana, que había perdido en el debut ante Italia y se había impuesto a República Checa en la segunda fecha, derrotó 2 a 1 a Estados Unidos, y clasificó en segundo lugar.
Sin mostrar un gran nivel, Brasil dominó el grupo F, ganando sus tres partidos frente a Croacia, Australia y Japón. El otro clasificado fue Australia, que luego de derrotar a Japón y caer ante los brasileros en sus primeros partidos, empató 2 a 2 contra Croacia y selló su primera clasificación (y la primera de un equipo oceánico) a segunda fase de un Mundial.
El grupo G estuvo integrado por Francia, Suiza, Corea del Sur y Togo. La humilde selección togolesa, cuyo referente era el delantero del Arsenal Emmanuel Adebayor, cayó en sus tres presentaciones, aunque haciendo un digno papel en cada uno de los encuentros. El grupo lo lideró Suiza, que tras el empate inicial frente a Francia derrotó a Togo y a Corea del Sur. Los suizos fueron escoltados por Francia, que no arrancó el Mundial de la mejor manera y empató en sus dos primeros partidos frente a Suiza y Corea, para vencer a Togo en la última fecha y firmar una ajustada clasificación a octavos.
Por último, el grupo H estuvo conformado por España, Ucrania, Túnez y Arabia Saudita. España ganó con contundencia sus tres partidos avanzó como una de las mejores selecciones a los octavos de final. El segundo lugar del grupo fue para Ucrania, que luego de ser goleada 4 a 0 por España en el debut, se recuperó con un 4 a 0 a favor frente a los saudíes y cerró su clasificación con un triunfo 1 a 0 ante Túnez. A diferencia del Mundial anterior, no hubo mayores sorpresas en la primera ronda y todos los cabezas de serie avanzaron a octavos de final.
Los octavos de final se pusieron en marcha el 24 de junio con el triunfo de Alemania 2 a 0 ante Suecia. Ese mismo día Argentina debía medirse ante México. La selección tricolor se puso en ventaja a los 6’ de juego, pero cuatro minutos más tarde Argentina logró el empate a través de Hernán Crespo. El resto del partido fue parejo y finalizó igualado al cabo de los 90 minutos reglamentarios. A los 8’ del primer tiempo reglamentario se produciría uno de los goles más recordados de Argentina en los mundiales, luego de que Maxi Rodríguez reciba con el pecho un cambio de frente de Sorín y, antes de que la pelota toque el piso, saque un zurdazo al ángulo derecho del arquero Oswaldo Sánchez para delirio de toda la hinchada argentina. México no lograría el empate en los minutos restantes y el partido terminaría 2 a 1 en favor argentino.
Inglaterra venció por la mínima a Ecuador, mientras que Portugal hizo lo mismo frente a Holanda en un partido por demás violento con dos expulsados por cada equipo y 16 tarjetas amarillas en total, lo que lo convierte en el partido récord en tarjetas en la historia mundialista. Italia sufrió más de la cuenta y sólo pudo vencer a Australia 1 a 0 luego de un polémico penal sancionado en tiempo de descuento. Suiza y Ucrania no se sacaron ventajas e igualaron sin goles, consiguiendo la clasificación a cuartos el conjunto ucraniano a través de los penales. Por último, Brasil derrotó con contundencia a Ghana por 3 a 0, y Francia, en uno de los partidos más emotivos del campeonato, mejoró la imagen mostrada en la primera fase y, con una excelente actuación de Zinedine Zidane, derrotó a España por 3 a 1.
Alemania y Argentina abrieron los cuartos de final. Los últimos dos enfrentamientos mundialistas entre ambas selecciones habían sido en finales, México ’86 había terminado con triunfo argentino, mientras que en Italia ’90 los que se habían consagrado fueron los germanos. Argentina fue superior en el trámite del primer tiempo pero no logró capitalizarlo en el resultado y la primera mitad finalizó sin goles. A los 4’ del segundo tiempo Roberto Ayala, de cabeza, puso en ventaja a la selección argentina. Dos hechos claves se produjeron a los 25’ y a los 27’ del segundo tiempo; en el primero, el arquero argentino Roberto Abbondanzieri chocó con el delantero alemán Miroslav Klose y sufrió una lesión que obligó a su reemplazo por el arquero suplente Leo Franco. Dos minutos más tarde, el técnico argentino, en una polémica decisión, reemplazó a la figura del equipo, Juan Román Riquelme, por Esteban Cambiasso, con la intención de aumentar la presión en el mediocampo. A diez minutos del final, el propio Miroslav Klose empató el partido a través de un nuevo gol de cabeza y forzó a un tiempo suplementario. Los treinta minutos suplementarios transcurrieron sin goles y el partido debió definirse con tiros desde el punto penal donde Alemania fue más efectiva y se impuso 4 a 2 luego de que Ayala y Cambiasso fallaran sus penales.
En los otros encuentros de cuartos Italia se impuso cómodamente a Ucrania por 3 a 0; Inglaterra igualó sin goles ante Portugal al cabo de 120 minutos y también debieron definir desde los doce pasos, donde fueron los lusos quienes se impusieron. Por último, en un entretenido partido, Francia ratificó su buen momento y con una nueva gran actuación de Zidane y un gol de Thierry Henry se impuso 1 a 0 a Brasil. De esta manera, con Argentina y Brasil eliminados, cuatro selecciones europeas se metieron en las semifinales de la Copa del Mundo.
Las semifinales comenzaron el 4 de julio con el partido entre las dos grandes potencias europeas, Alemania e Italia. El partido fue intenso y entretenido aunque ninguno de los dos seleccionados logró abrir el marcador y los 90 minutos finalizaron sin goles. Cuando parecía que el partido se encaminaba irremediablemente a los penales, a los 118’ de juego apareció el lateral izquierdo italiano, Fabio Grosso, que tras una asistencia de Andrea Pirlo clavó un zurdazo al palo derecho del arquero alemán Jens Lehmann. Dos minutos más tarde, con toda la selección alemana volcada en ataque para intentar un agónico empate, el central italiano Fabio Cannavaro cortó una pelota y en una gran contra Alberto Gilardino asistió al histórico Alssandro Del Piero que definió con clase al palo izquierdo del arquero para marcar el 2 a 0 definitivo. En la otra semifinal, disputada al día siguiente, Francia se impuso en un trabado encuentro 1 a 0 con gol de penal de Zidane a los 33 minutos del primer tiempo, y se metió en su segunda final en tres mundiales.
La final se jugó el 9 de julio en el Estadio Olímpico de Berlín. A los 7’ el defensor italiano Marco Materazzi derribó en el área al delantero francés Florent Malouda y el árbitro argentino Horacio Elizondo sancionó penal. El encargado de patearlo fue Zidane, que con gran jerarquía picó la pelota que rozó el travesaño e ingresó al arco. La alegría no les duraría mucho a los franceses, ya que diez minutos más tarde el propio Materazzi, reivindicándose del penal cometido en su área, conectó un centro de Pirlo y de cabeza marcó el 1 a 1. Francia dominó el resto del primer tiempo y del partido, pero no pudo quebrar la defensa italiana y el partido terminó igualado, forzando al alargue. En una imagen que dio vuelta al mundo, en el minuto 118’, cuando todo se encaminaba a los penales, Zinedine Zidane dio un violento cabezazo en el pecho a Materazzi luego de que éste le propinara algún insulto nunca del todo aclarado. Si bien Elizondo no vio la acción, sí la vio el cuarto árbitro, el español Luis Medina Cantalejo, que avisó al árbitro argentino quien expulsó a la figura francesa, justo en su último partido como profesional. En los penales, Italia fue contundente y con un 5 a 3 global obtuvo su cuarta Copa Mundial. Con un juego poco vistoso, pero basado en su férrea defensa, que concedió sólo dos goles en siete partidos, la “azzurra” volvía a levantar la Copa Mundial de la FIFA. Casi como un premio consuelo, Zidane fue elegido el mejor jugador del torneo.