29/03/2024

Provinciales

La historia completa del Abrazo del Alma: Osmar habló con el protagonista de la foto que se transformó en ícono de los festejos del Mundial ’78

25/06/2020 |



Toqué el cielo, amigo. Te puedo asegurar que gracias al fútbol toqué el cielo con las manos”... fueron algunas de las frases que Víctor Nicolás Dell’ Aquila le dijo en una entrevista radial realizada por Osmar Ciotti en su programa que se emite por Radio Maestra 97.3

Víctor dell'Aquilla perdió sus brazos a los 12 años.
Hincha fanático de Boca, siendo adolescente aprendió a saltar al campo de juego de la Bombonera desde los palcos, y caer invariablemente parado.

Con el tiempo, la dirigencia xeneixe lo invitó a salir por el túnel con los jugadores y ver los partidos en adyacencias del banco de suplentes.

El 25 de junio de 1978, día de la coronación del Seleccionado Argentino en el Monumental, Víctor tenía 24 años, y desde la platea baja, cabecera Figueroa Alcorta, vio el desenlace triunfal, y se arrojó desde la grada a la pista de atletismo como si nada.

Se ubicó al lado del arco defendido por Ubaldo Fillol, quién al verlo le gritó "Qué hacés acá?". "Vengo a festejar con vos", respondió dell'Aquilla.

Segundos después pitó el árbitro italiano Gonella y Víctor entró al campo de juego.
Argentina había ganado la Copa del Mundo!
Fue ahí que recordó lo que le dijo un comisario que lo conocía de sus "saltos" en la Bombonera: "Usted entre al field, porque ahí nuestros perros no lo pueden neutralizar".

"Yo quería abrazar a Tarantini, porque era el único jugador de Boca en esa Selección, y cuando llegué a él, el Conejo se arrodilló y lloró abrazado con el Pato Fillol".
Todo esto me lo contó en una entrevista de 2014, cuando Víctor fue homenajeado en el Estadio Mundialista de MdQ, en una publicidad de Coca Cola.

El resto lo explica la imagen captada por Ricardo Alfieri y titulada "El abrazo del alma" por Osvaldo Ardizzone.
Es una obra de arte!

Emoción mundial

Poco antes de las seis de la tarde del 25 de junio de 1978, la selección argentina le hizo el tercer gol a Holanda y quedó a nada de consagrarse campeona mundial. A Víctor, por ese entonces de 22 años, se le nubló la vista de la emoción, la gloria estaba ahí nomás, y tomó una muy buena decisión: saltó a la cancha.

“Estaba en la platea que da sobre Figueroa Alcorta, En esa época era un pendejo, pesaba 50 kilos y tenía un buen estado. Cuando vi que el referí levantó la mano, pasé los pies por el alambre, flexioné y ¡tac! Caí paradito. Pero seguían jugando, el italiano (Sergio) Gonella en realidad había adicionado un par de minutos. Entonces caminé despacito y me puse al lado del palo del Pato Fillol. Y cuando el juez sí dio el pitazo final salí corriendo en busca de alguien a quien abrazar. En un momento, vi que Tarantini se arrodilló como rezando, Fillol hizo lo mismo y se abrazaron. Y ahí me mandé”, recuerda compenetrado, como si lo estuviera viviendo. “Llegué corriendo, me frené delante de ellos y las mangas de mi buzo se fueron para adelante, como si los fuera a abrazar”, completa el relato con emoción.

Ricardo Alfieri, prestigioso fotógrafo de la revista El Gráfico, logró captar con su cámara ese momento sublime. Un par de días después el talentoso periodista Ernesto Cherquis Bialo le puso el título que la ayudó a convertirse en la mejor foto del Mundial ’78 y en una imagen histórica del deporte argentino: El abrazo del alma”.