17/04/2024

Opinión

Reclamo justo, formas equivocadas

10/09/2020 |



*Por Alejandro Sánchez

Desde hace tres días los bonaerenses en general y los necocheanses en particular, nos sorprendimos con un reclamo salarial por parte de agentes de Policía, por la cual se generaron varias manifestaciones en diferentes puntos de la Provincia.

En ningún lado se escuchó criticar el por qué del reclamo, es más, todos coincidimos en que los sueldos de los agentes son bajos. Para la mayoría de los trabajadores, no solamente los policías, el sueldo que cobran es insuficiente para vivir ellos y sus familias. Esa es una verdad de Perogrullo, los sueldos son bajos no solo hoy si no desde hace tiempo.

Por eso, en muchos casos, los reclamos salariales suelen tener, más allá de la cuestión política, el apoyo de la comunidad. Un sueldo de $35.000 para un jefe de familia es poco. Y punto. Se aplica tanto a para un policía, un periodista, empleados de comercios, docentes, gastronómicos, y tantas otras profesiones más.

En resumidas cuentas, este es un reclamo que nadie cuestiona y que, mayoritariamente, todos acompañan, salvo los insensibles de siempre.

Hasta acá todos de acuerdo. Pero como todo reclamo si no tiene una rápida solución, siempre pierde el norte y la cuestión política empieza a ganar terreno. Los diferentes intereses a meterse y así lo que es un reclamo legítimo de a poco comienza a ensuciarse. Y se ven situaciones tragicómicas como una persona subida a una antena.De esta manera, ese pedido o manifestación deja adeptos en el camino.Más todavía cuando se ve y se nota que hay una repuesta y una intención por solucionar dicho conflicto salarial por la otra parte.Y acá es donde empiezan las dudas. ¿Habrá otras intenciones?, hay otras personas interesadas en que esto no tenga un final feliz? ¿O qué se busca realmente con este reclamo?  y así se pueden seguir elucubrando hipótesis.

Está claro que estas movidas nos retrotraen a momentos oscuros de nuestra historia, pero de presente cercano en otros países americanos.Por eso en este conflicto hay dos cosas claras: el reclamo es justo, pero las formas son equivocadas.