“Es una triste realidad la que vivimos, los delincuentes hacen lo que se les da la gana”, manifestó ayer con bronca el comerciante Matías Wolder. Le suturaron la cabeza al cuidador
“Creo que nadie se merece ninguna situación tan grave como está. Es lo que estamos viviendo, una triste realidad, ya que los delincuentes hacen lo que se les da la gana”, sostuvo ayer el comerciante Matías Wolder.
“Ni teniendo cámaras de filmación en el negocio, ni teniendo seguridad, nada alcanza parece, por eso que tengo mucha impotencia mucha bronca, de lo fácil que salen a la calle y hacen lo que se les antoja”, acotó el damnificado en la conversación con Ecos Diarios.
El asalto a mano armada en el snack bar denominado “Los Pinos”, se produjo a las 2.50 de la madrugada de ayer y quedó registrado en las imágenes de los aparatos de grabación del comercio ubicado sobre las avenidas Pinolandia y 10.
El sereno del lugar de nombre Nahuel, fue atado y golpeado varias veces con la culata de un revólver en la cabeza y uno de los malvivientes hasta alcanzó a lastimar al trabajador que, además, en ningún momento se resistió al robo.
Inusitada violencia
“Por suerte, Nahuel se encuentra bien, aunque muy perturbado, le abrieron la cabeza con una pistola o revólver, le tuvieron que hacer diez puntos de sutura en la cabeza y está en reposo en su domicilio”, contó ayer Matías Wolder en diálogo con Ecos Diarios.
“Se tiene que divulgar toda la inseguridad que vivimos y que no nos merecemos, los delincuentes ataron con cables y precintos al encargado de la seguridad y se llevaron dinero”, agregó el comerciante.
Wolder reconoció que “luego que denunciamos lo sucedido había cerca de 25 policías en el lugar y me preguntaban a cada momento lo mismo, pero ninguno salió a buscar por el interior del Parque Lillo si encontraba a los ladrones”.
El titular del bar “Los Pinos” puntualizó que agentes de la Policía Científica “recolectaron huellas en el interior del local y están las imágenes de las cámaras de seguridad”.
Fuente Ecos Diarios
Y sigue en Necochea/ Quequén triunfando la delincuencia y la violencia y los vándalos sobre los habitantes honestos y trabajadores, y el poder político, policial y judicial siguen demostrando una indiferencia total. Incluso contamos con jueces garantistas discípulos del amoral proxeneta Eugenio Zaffaroni que dicen es injusta e inhumana la cadena perpetua. Lástima que los delincuentes no los elija a ellos como blanco de sus delitos y vandalismos