"El amor después del amor": La serie sobre Fito Páez de Netflix

*Por Osmar Ciotti

En el primer capítulo de la serie se nos muestra a Fito como un niño rodeado de cariño familiar repartido entre papá y abuelas que compensan la temprana pérdida de su madre.Casa de clase media, de gente trabajadora y el estímulo paterno para que Fito tenga suficiente música de todo tipo en habituales visitas a la disquería de un barrio rosarino.

A medida que Fito crece, la presencia musical se incrementa y llegan así sus primeras aventuras en conjuntos de rock. El piano es su instrumento y el papá que en principio era reticente a que se dedique a tocar, es quien le compra un hermoso teclado. La adolescencia rosarina de Fito es contemporánea de la Dictadura Militar y en el primer capítulo vemos razzias y detenciones que sufren los roqueros rosarinos. Hay un buen retrato del clima de época.Por entonces, Fito integraba el grupo de Juan Carlos Baglietto, que poco tiempo después lo llevará a tocar a la Capital Federal durante el conflicto de Malvinas, que la serie no menciona. El bautismo masivo de Fito será en Obras Sanitarias.Luego tendremos oportunidad de ver el crecimiento creativo del joven rosarino, con intermitentes regresos a su infancia y el desarrollo de sus dotes compositivas.

La serie se tornará cada vez más Fito y sus circunstancias y quedará de lado todo acontecimiento social del país, que además el músico captó muy bien en sus canciones. Los 80 serán explicados a través de la fauna porteña del under y la presencia explosiva de Charly García que condensa la escena "oficial" del rock de entonces. Luego llegará Spinetta y cartón lleno.

A Fito le pasarán cosas terribles, especialmente en el capítulo seis, pero antes de eso, su melancolía y desarreglos emocionales nos harán ver a un artista que era capaz de llenar teatros y estadios y sin embargo caminaba por la calle de la gran ciudad sin ser reconocido.

La cantidad de personajes que aparecen en la serie es impresionante y muchos ni siquiera son mencionados por su nombre de pila. De tal manera se convierte en una producción para entendidos en la materia. Hay que ser un erudito en rock argentino en ciertos pasajes. Y conste que tengo conocimiento del tema.

Pero el gran público queda a la deriva, viendo entrar y salir a muchas figuras del "ambiente" con las que Fito tiene una relación errática.La infancia reaparece cada tanto hasta las proximidades de la presentación del disco "El amor después del amor", merecida consagración de Fito como artista popular.La serie me resultó entretenida y las actuaciones convincentes. El elenco aportó originalidad a la construcción de los personajes.

Los diálogos son directos. Van al grano.La ambientación de los 70/80 y la llegada de los 90 es muy buena. Además de la profusa banda sonora.Los rubros técnicos son impecables.

Me pareció un acierto que la música de Fito esté interpretada y no utilicen la original. Sin llegar a emocionarme como otras biografías, es un lindo retrato de Fito, que estuvo involucrado estrechamente en la producción de la serie, por lo que él fue quien decidió contar capítulos de su vida. Es Fito. Lo toman ó lo dejan.