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Alberto Sileoni, director general de Cultura y Educación de Buenos Aires, explicó que la nueva modalidad se centrará en la aprobación de asignaturas específicas, en lugar de repetir el año completo. "La idea es evaluar cómo se aprueban las materias, cuántas deben aprobarse y si se utilizarán calificaciones numéricas", señaló Sileoni. Este cambio busca crear un régimen que facilite la promoción de los estudiantes de un año a otro.
La decisión de eliminar la repitencia no es nueva y ha sido objeto de debate durante años. Sin embargo, este año, el Consejo General de Educación logró un acuerdo unánime entre todos los partidos. El nuevo sistema permitirá que las materias aprobadas no se recursen, pero si un estudiante no aprueba más de cuatro materias, deberá repetir esas asignaturas. Además, habrá oportunidades de refuerzo en diciembre y marzo.
Las calificaciones seguirán siendo numéricas, con un mínimo de 7 para aprobar. "Es una transformación pequeña dentro del segmento de la educación secundaria, pero importante para mejorar la calidad de lo que se enseña y aprende", indicó Sileoni. Es fundamental que los estudiantes no solo aprueben, sino que comprendan los conocimientos adquiridos.
Rodrigo Buccino, experto en educación, afirmó que esta reforma es solo una parte de las muchas transformaciones necesarias en el sistema educativo argentino. "Repensar el modelo académico es esencial para asegurar que los estudiantes obtengan los conocimientos necesarios para vivir en sociedad", añadió Buccino.
Sileoni defendió la eliminación de la repitencia como un paso hacia una educación más moderna y efectiva. "Muchas partes del mundo y más de la mitad de Argentina ya han adoptado sistemas sin repitencia", destacó. La evaluación seguirá siendo numérica, y los estudiantes deberán obtener al menos un 7 para evitar exámenes de recuperación en diciembre. "Nos estamos moviendo hacia un sistema más universitario, donde las materias aprobadas no necesitan ser repetidas", concluyó Sileoni.
A pesar de las críticas, Sileoni reafirmó que esta reforma no reducirá la exigencia académica.