El Pacto de Mayo de Milei: ajuste y reducción de impuestos bajo la lupa

El Presidente firmó un documento de 10 puntos que pretende ser el "inicio de un nuevo orden en Argentina". El Gobierno afirma que busca la "estabilidad económica, la reducción del Estado y la apertura del mercado", aunque las dudas sobre su conveniencia persisten.

A la medianoche del 9 de julio, el presidente Javier Milei firmó el Acuerdo de Mayo junto a 18 gobernadores, acompañado de miembros del Gabinete, dirigentes políticos y empresarios. Este documento de 10 puntos busca "reconstruir Argentina", aunque las críticas y dudas sobre la efectividad y conveniencia de estas medidas no tardaron en surgir.

En su discurso en Tucumán, Milei reiteró su compromiso con el equilibrio fiscal, prometiendo un ajuste fiscal más profundo, una reducción de la carga impositiva y una revisión de la coparticipación con las provincias. Sin embargo, estas medidas han sido recibidas con escepticismo por diversos sectores.

"Con la firma de este acuerdo, damos el puntapié inicial al nuevo orden de nuestro país", declaró el Presidente. No obstante, el documento, que se centra en la estabilidad económica, la reducción del Estado y la apertura del mercado, ha generado inquietud y críticas.

El primer punto del acuerdo es consolidar el equilibrio fiscal, una promesa central de Milei desde su asunción. Propone reducir el gasto público a niveles históricos, alrededor del 25% del Producto Bruto Interno (PBI), una medida que muchos consideran draconiana y que podría tener consecuencias negativas en servicios públicos esenciales.

Además, Milei planteó una reforma tributaria destinada a disminuir la presión impositiva, simplificar la vida de los ciudadanos y fomentar el comercio. Si bien la idea de reducir impuestos suena atractiva, existen serias dudas sobre la viabilidad de esta propuesta en el contexto económico actual.

Otro punto controvertido del Acuerdo de Mayo es la revisión de la coparticipación federal de impuestos. Milei busca acabar con lo que él llama un "modelo extorsivo" que perjudica a las provincias, pero esta medida ha sido criticada por muchos gobernadores que temen un recorte de los fondos esenciales para sus regiones.

El Presidente también destacó la necesidad de que los gobernadores y los intendentes reduzcan sus gastos. "El 44% del gasto del Estado corresponde a las provincias y municipios. Por cada empleado nacional, hay cinco provinciales. Alcanzar un peso del Estado razonable de 25 puntos del PBI requiere la colaboración de todos los niveles del Estado", afirmó. Sin embargo, esta postura ha sido vista como un intento de trasladar la responsabilidad del ajuste a las provincias y municipios, generando mayor incertidumbre.

El documento firmado en la Casa Histórica de Tucumán también incluye compromisos para avanzar en la explotación de recursos naturales, una reforma laboral que promueva el empleo formal, una reforma previsional para garantizar la sostenibilidad del sistema y la apertura al comercio internacional para que Argentina recupere protagonismo en el mercado global. Sin embargo, cada uno de estos puntos ha sido objeto de críticas y cuestionamientos sobre su verdadero impacto y beneficios.

Además, se celebró la eliminación del impuesto del 1,5% sobre la venta de propiedades, con figuras como Luis Caputo expresando su apoyo en redes sociales. No obstante, la eliminación de este impuesto ha sido vista por algunos como una medida que favorece a los sectores más ricos y que podría agravar la desigualdad.

Aunque el Pacto de Mayo se presenta como el "inicio de un nuevo orden", las críticas y dudas sobre la conveniencia y efectividad de sus medidas persisten, dejando en el aire la pregunta de si este es realmente el camino que Argentina necesita.