En un desarrollo crucial en la crisis diplomática entre Argentina y Venezuela, el gobierno de Lula Da Silva ha aceptado el pedido argentino para representar sus intereses en Venezuela y proteger a los seis opositores asilados en la residencia del embajador argentino en Caracas. Esta decisión se produce tras la expulsión de los diplomáticos argentinos por parte del régimen de Nicolás Maduro, en represalia por el rechazo de Javier Milei a reconocer el resultado de las recientes elecciones en Venezuela.
La bandera de Brasil fue izada en la embajada argentina en Caracas, marcando el inicio de la representación brasileña. El acto fue llevado a cabo por Andrés Mangiarotti, Encargado de Negocios de Argentina, antes de su partida junto con el resto del personal diplomático argentino.
El presidente Javier Milei expresó su agradecimiento a Brasil a través de redes sociales, destacando la importancia de esta asistencia en un momento de tensión internacional. Milei subrayó que la decisión brasileña fortalecerá los lazos entre ambos países y agradeció la protección brindada a los asilados y a la sede diplomática.
María Corina Machado, líder de la oposición venezolana, también agradeció al gobierno brasileño por asumir la protección de la sede argentina y de los opositores asilados. Destacó que esta medida podría facilitar un proceso de negociación constructiva respaldado por Brasil.
Los seis opositores asilados en la residencia argentina son Pedro Urruchurtu Noselli, Humberto Villalobos, Claudia Macero, Omar González, Fernando Martínez y Magalí Meda. Han estado bajo la protección de la misión diplomática desde el verano.
Según fuentes diplomáticas, el personal argentino ha partido hacia Portugal y Brasil asumirá la custodia de la embajada y residencia oficial en Caracas. El gobierno argentino ha agradecido a Brasil por su generosidad y apoyo en esta situación de emergencia, que resalta los históricos vínculos de amistad entre ambos países.
Se prevé que el personal diplomático argentino pueda permanecer algunos días en Venezuela bajo la protección brasileña, mientras continúan las negociaciones para garantizar la salida segura de los opositores asilados.