08/09/2024

Nacionales

RUIDOS MOLESTOS

Sexo, ruidos y venganza: la victoria legal de un vecino contra un hotel alojamiento que no lo dejaba dormir

04/09/2024 08:40 | Cansado de los ruidos infernales que emanaban del hotel vecino, Jorge Ruiz demandó al establecimiento y ganó 24.000 dólares. Tras años de insomnio, estrés y una batalla judicial, logró que la justicia ordenara el traslado del ruidoso lavadero y el fin de su tormento nocturno.



Jorge Ruiz, un residente de La Plata, vivió durante años una pesadilla debido a los ruidos provenientes de un hotel alojamiento colindante con su casa. La situación era tan insoportable que lo llevó a emprender una batalla legal, la cual ganó, obteniendo una indemnización de casi 24.000 dólares por los daños físicos y psicológicos que sufrió a causa del constante insomnio y estrés.

La vida cotidiana de Jorge estaba marcada por los ruidos provenientes del lavadero industrial del hotel, ubicado justo al otro lado de la medianera de su vivienda. “No había manera de vivir con esos ruidos todo el día y toda la noche; era un infierno”, relata Jorge. Los constantes ruidos de las máquinas, que lavaban y centrifugaban sin parar, se sumaban a los sonidos provenientes de las habitaciones, transformando su hogar en un lugar insoportable.

A pesar de los consejos de amigos y conocidos de que se mudara, Jorge decidió no rendirse y enfrentó la situación judicialmente. “No quería resignarme a irme, tenía el lugar para vivir cómodo”, comenta. La batalla legal, que incluyó testimonios de amigos y allegados, así como pruebas periciales con un decibelímetro, finalmente le dio la razón. La justicia ordenó una indemnización y el traslado del lavadero del hotel a otra ubicación.

El juicio fue largo y difícil, pero la decisión fue concluyente: los niveles de ruido superaban ampliamente lo permitido por la normativa de zonificación. Ezequiel Grasso, abogado de Jorge, explicó que probar el daño psicológico y físico fue un desafío, pero la pericia acústica fue clave para el fallo a favor.

Hoy, Jorge disfruta de una tranquilidad que durante años le fue negada. Aunque aún vive en la misma propiedad, con la mudanza del lavadero y la menor actividad en la habitación adyacente, su vida ha mejorado notablemente. “Ahora puedo vivir tranquilo, es una tranquilidad enorme”, concluye Jorge, aliviado por haber recuperado la paz en su hogar.