Este derrumbe en el consumo de medicamentos se explica por varios factores: la caída del poder adquisitivo de trabajadores y jubilados, la eliminación de descuentos para los afiliados del PAMI y el alza de los precios del sector, que se aceleró aún más en julio, cuando por primera vez en el año los medicamentos subieron por encima de la inflación. Según datos de la Cámara Industrial de Laboratorios Farmacéuticos Argentinos (Cilfa), los precios de los medicamentos aumentaron un 4,8% en julio, superando el Índice de Precios al Consumidor (IPC), que fue del 4%. En lo que va del año, el incremento acumulado de los medicamentos es del 67,5%.
Además, los laboratorios enfrentan mayores dificultades para sostener la producción local. El aumento de los costos, la apertura de importaciones y la eliminación de programas de apoyo industrial han obligado a muchas empresas del sector a enfocarse en la exportación, en detrimento del mercado interno.
La crisis también impacta directamente en las farmacias, que reportan serios problemas para mantener las ventas debido a los constantes aumentos de precios. "En agosto, los precios de los medicamentos siguieron subiendo de manera significativa, complicando aún más la venta", señala el informe de CAME. La situación se vuelve crítica para los consumidores, que ven restringido su acceso a los medicamentos esenciales.
A medida que la industria farmacéutica sigue ajustándose a la nueva realidad económica del país, el panorama para el sector no parece mejorar, ya que la inflación y la pérdida de poder adquisitivo continúan afectando tanto a los consumidores como a los productores locales.