En un Superclásico vibrante, River Plate logró una valiosa victoria por 1-0 ante Boca Juniors en La Bombonera, resultado que no solo refuerza las aspiraciones del Millonario en el torneo, sino que además profundiza la crisis del equipo de Juan Román Riquelme. El equipo de Martín Demichelis dominó en varios pasajes del encuentro y consiguió la ventaja a través de una gran acción de su número 10, quien aprovechó un rebote en el área durante el primer tiempo para marcar el único gol del encuentro.
El encuentro fue tenso, con oportunidades para ambos equipos, pero River supo controlar los tiempos del partido, mientras que Boca volvió a mostrar dificultades para generar peligro claro. La frustración del equipo local aumentó en los minutos finales, cuando el árbitro Nicolás Ramírez anuló un gol de Milton Giménez tras la intervención del VAR, que detectó una mano en la jugada.
El conflicto con los hinchas
Tras el final del partido, el arquero de Boca, Chiquito Romero, fue blanco de la ira de los hinchas, quienes lo insultaron mientras se retiraba al vestuario. El arquero, que había sido una de las figuras del equipo en partidos anteriores, no pudo evitar el malestar de los fanáticos, quienes ven con preocupación el bajo rendimiento del equipo en los últimos encuentros.
Esta derrota agudiza la crisis en Boca, donde los hinchas empiezan a cuestionar fuertemente la gestión de Juan Román Riquelme como vicepresidente del club y responsable del fútbol. El equipo Xeneize ha tenido un rendimiento irregular en el torneo, y los resultados no acompañan las expectativas generadas a principios de la temporada.
Un Superclásico que deja secuelas
Para River, la victoria en La Bombonera significa un golpe anímico positivo en su lucha por el campeonato. El equipo de Demichelis mostró solidez en defensa y efectividad en ataque, en un partido que supo manejar pese a la presión del local.
Por su parte, Boca Juniors deberá replantearse varias cuestiones de cara a los próximos compromisos, ya que la crisis institucional y futbolística comienza a generar un clima cada vez más tenso en la Ribera. Con esta nueva derrota, el equipo sigue alejándose de los primeros puestos del torneo y la figura de Riquelme como líder del proyecto está siendo cuestionada por sectores del club y la hinchada.
El Superclásico dejó en claro que los caminos de ambos equipos van en direcciones opuestas, con River fortalecido en su ambición de títulos y Boca envuelto en una crisis que parece no tener fin.